La Comunidad de Murcia pedirá ayuda a la Comisión Europea para impedir que la Región se convierta en “una isla ferroviaria” durante los tres años que está previsto que duren las obras de construcción de la plataforma del Corredor Mediterráneo.
Lo ha dicho este miércoles el presidente de Murcia, Fernando López Miras, que ha anunciado que el Ejecutivo murciano solicitará la intermediación de la comisaria de Transportes de la Unión Europea, Adina Valean, ante el Gobierno central para tratar de evitar el cierre total de las líneas previsto para el 1 de octubre.
La interrupción de los trenes de cercanías afectará especialmente a la comarca del Guadalentín, ha dicho el presidente en Lorca, donde ha explicado que la Comunidad hará “lo que sea necesario para que el Gobierno de España cambie sus planes” sobre la ejecución de las obras.
Ha urgido a que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana “cambie su postura” sobre la planificación de los trabajos del Corredor “para no dejar hasta 2025 aislada a Lorca y a la Región de Murcia, no solo en las cercanías sino también en las conexiones con Madrid”.
La decisión del Gobierno central, ha argumentado, “supone dejar a más de 1,2 millones de pasajeros de esas líneas sin un transporte que es sostenible y que es el que recomienda la Unión Europea”.
Ante el alcalde de Lorca, Diego José Mateos, del PSOE, ha dicho que “es importante que todos trabajemos para que esos planes del Gobierno central no se consumen” y para reclamarle proyectos alternativos que permitan el cierre de las líneas por tramos, en función de los avances de las obras.
López Miras ha afirmado que el anterior Ejecutivo central del PP sí contaba con un proyecto que “compatibilizaba perfectamente” las obras con el tráfico ferroviario y ha pedido al actual que lo retome.