miércoles. 12.03.2025

No se puede empezar la casa por el tejado

La decisión del Gobierno de condonar una parte de la deuda de las comunidades autónomas, no responde a la necesidad que es la adecuación de la financiación autonómica a la realidad hoy.
Ángel Martínez.
Ángel Martínez.

La propuesta de la condonación de una parte de la deuda, es como empezar la casa por el tejado, aunque hemos conocido que se debe a los acuerdos alcanzados con Ezquerra Republicana de Cataluña que ha negociado una quita de la deuda que acumula la Generalidad Catalana, y que en consecuencia el Gobierno nacional se siente obligado hacerla extensiva al resto de las comunidades autónomas del régimen común.

Un sistema de financiación que está en vigor desde el año 2009, en plena crisis financiera mundial, que el actual sistema de financiación de las comunidades autónomas del régimen común está fuera de la realidad, es un hecho constatado, y en consecuencia no responde a las obligaciones para con sus ciudadanos y que para poder asumirlas han cerrado sus presupuestos con déficit y en consecuencia recurrido al endeudamiento, y posiblemente el poder recurrir al endeudamiento ha podido contribuir a obviar la obligación principal, la reducción del gasto público no imprescindible. 

El mapa nos muestra en negrita el porcentaje de la deuda de cada comunidad sobre el total, en azul el porcentaje sobre el PIB de la propia comunidad y en rojo el porcentaje que representa la condonación sobre su deuda. 

A esta situación de déficit y endeudamiento de las comunidades autónomas se ha sumado el crecimiento del gasto público a nivel nacional, estamos gastando más de lo que se ingresa a pesar de las continuas subidas de impuestos, los cuales están afectando en mayor grado a la clase media, el total de la deuda española en diciembre de 2024 se sitúa en 1.622.000 millones de euros, el 101,80% del PIB nacional. 

Por otra parte el Estado ha de pagar anualmente los intereses de la deuda, según los Presupuestos de 2023, el coste en intereses de la deuda pública española fue de 31.275.000 euros, lo que supone el 6,51% del gasto total del presupuesto de 2023. 

El recurso a la deuda debe de ser excepcional y se está haciendo cotidiano tanto en las comunidades autónomas como consecuencia principal de una financiación inadecuada, además de un exceso de burocracia y gastos no prioritarios, y a nivel nacional en el que el crecimiento del gasto por encima de los ingresos (que están creciendo por una creciente presión fiscal, sobre personas y empresas), está generando problemas crecientes por el coste de los intereses que hay que hacer efectivos, sino que además se está penalizando gravemente a las siguientes generaciones, y condicionado su capacidad de actuar así como la obligación de pagar las deudas que nosotros hemos generado.

Ahora nos encontramos que en vez de afrontar la reforma de la financiación autonómica para adecuarla a la realidad, el Estado asume 83.252 millones de deuda autonómica (como consecuencia de los acuerdos con los partidos independentistas catalanes de la condonación de 17.000 millones de euros), generando una nueva disfuncionalidad al pasar al Estado la deuda de una parte para que la paguen todos, en vez de afrontar la realidad de la financiación y corregir las deficiencias, seguimos caminando por sendas cuando debemos de ir por la carretera principal. 

Es evidente que este no es el camino, lo primero es resolver el muy grave problema de la financiación autonómica, para que puedan responder a sus obligaciones para con los ciudadanos, una vez acordado y conocidos sus ingresos, analizar el diferencial que se ha entre lo recibido y lo que tendrían que haber recibido conforme a la nueva financiación, ese diferencial no es responsabilidad de la gestión de las comunidades por lo que, entonces sí, debe ser asumido por el Estado, y que el gasto excesivo sea asumido por la comunidad mediante un plan de ahorro singularmente en el gasto corriente, pues no es posible seguir penalizando a las generaciones futuras.

Además, una parte la deuda generada no corresponde a inversiones en Infraestructuras, equipamientos, o en Educación que les permitirá una mayor capacidad de crecimiento, en Sanidad o en los Servicios Sociales, sino en muchos casos responde a gasto no necesario ni prioritario, en consecuencia ha incrementado la presión fiscal, a la vez que se está condicionando a las generaciones que nos siguen, es necesario cambiar y reducir drásticamente el gasto público no inversor y salvo situaciones excepcionales ajustar los gastos a los ingresos en todas las Administraciones. 

El cuadro recoge la deuda por comunidades autónomas en millones de euros y al tercer trimestre de 2024, así como el porcentaje de cada comunidad sobre el total de la deuda, y sobre el PIB de cada comunidad, así como la renta por habitante y la propuesta de condonación en millones de euros y en porcentajes sobre el total de la deuda de cada comunidad.  

Los datos publicados por FEDEA, en Estudios sobre la Economía Española, del informe de la Evolución de la financiación de las comunidades autónomas de régimen común años 2002-2022, realizado por Ángel de la Fuente, en el mismo se pone de manifiesto las diferencias existentes entre las comunidades autónomas a competencias homogéneas por habitante, y en el mismo podemos constatar ( en color rojo en el cuadro) que Andalucía, Castilla la Mancha, la Comunidad Valenciana se encuentran financiadas por debajo de la media nacional y singularmente la Región de Murcia es la peor financiada y se sitúa 9,80 puntos por debajo de la media nacional. 

En el caso de la Región de Murcia, en mi libro Re-Emprender de la incertidumbre a la confianza, publicado por la Universidad de Murcia en diciembre de 2022, en las páginas 118 y 119 ya recogía con amplitud del problema de la financiación y de las consecuencias que está teniendo para la Región, y en la 262 y 263 se reitera que el continuo retraso en la incorporación de la Región a los grandes ejes de comunicaciones está perjudicando gravemente a la Región al perder oportunidades frente a otros territorios y en consecuencia no poder poner en valor todas sus potencialidades.

Una triste y dura realidad que ha generado y se sigue ampliando una deuda para con la Región que ha de ser compensada por el Estado, han pasado más de once años y seguimos en la misma situación y en continua desventaja con los territorios del entorno, y tristemente seguimos esperando y necesitando que al menos los dos grandes partidos demanden conjuntamente del Gobierno nacional la programación de las infraestructuras, entre ellas la declaración de interés nacional del puerto de el Gorguel y su envío a Bruselas.

Todas ellas recogidas en el histórico acuerdo que hace cinco años, el 6 de marzo de 2020, firmaban la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales, UGT, CCOO, FERRMED, el Consejo Económico y Social de la Región, los partidos políticos PP, Ciudadanos y Vox, así como los principales Colegios Profesionales de la Región. Acuerdos que fueron enviados a la Presidencia del Gobierno de España que nos indicó que lo había recibido y enviado al Ministerio, así como al presidente del Gobierno de la Región de Murcia, seguimos sin concluir el corredor con Cartagena y se olvida la conexión con el aeropuerto, mientras que en las regiones del entorno se van programando y realizando las infraestructuras, nosotros seguimos, como siempre, esperando ¿POR QUÉ?.

Hoy pasados otros cinco años desde el acuerdo y estamos peor, pues sigue sin programarse la continuidad del corredor ferroviario para las mercancías que sigue parado en Monforte, eso sí va a continuar hasta conectar el puerto de Alicante, y sigue cerrada al tráfico el corredor con Albacete, sin programarse el desdoblamiento y electrificación en ancho europeo, para pasajeros con su conexión en la estación de Albacete y para velocidades de 250 km/h y un tercer hilo para las mercancías hasta que se separa de la los pasajeros que sigue directa a la estación de Albacete  y utiliza la actual vía a Chinchilla y conecta con el corredor de Levante. 

Para hacer esto realidad se precisa del diálogo y el consenso, de al menos los dos grandes partidos, para acordar no solo la financiación de las comunidades autónomas, partiendo de la necesidad del equilibrio y la igualdad financiera a iguales prestaciones, así como las reformas estructurales que el banco de España ha venido reiteradamente demandando y que su no realización está condicionando de la productividad y competitividad de España. 

Nos encontramos en unos tiempos complicados tanto a nivel nacional como en el resto de Europa, pero muy singularmente a nivel internacional como consecuencia de la invasión de Ucrania por Rusia y de la llegada del nuevo presidente de Estados Unidos, una nueva realidad que demanda y con urgencia que los líderes de los dos grandes partidos en España den un paso adelante para afrontar juntos esta situación conjuntamente con el resto de los líderes y partidos en Europa, para alcanzar los acuerdos necesarios para conformar una nueva Europa que responda los nuevos y desconocidos retos a los que nos enfrentamos.

www.angelmartinez.es

No se puede empezar la casa por el tejado