Un cierto alivio de la tensión con Corea, unos daños menores de los previstos por el huracán Irma y una clara mejora en el ambiente político de Washington, unidos al esperado mantenimiento de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra en su reunión del pasado miércoles, han llevado a todos los índices, con la única excepción del FTSE de la Bolsa de Londres, a subir con cierta fuerza la semana pasada.
Tras subidas semanales del 2,1% para el Dow, del 1,6% para el S&P y del 1,4% para el Nasdaq, las Bolsas americanas esperan la reunión de la Fed del próximo miércoles en máximos históricos de todos los tiempos. El S&P, además, ha logrado alcanzar la cifra redonda de los 2.500 puntos y el Nasdaq 100 está ya muy próximo a otra cifra redonda, los 6.000 puntos, tras una subida del 20% en lo que va de año. El resto de mercados no pueden exhibir unos números tan espectaculares, pero el Nikkei ha subido un 3,2% en la semana y el Eurostoxx, tras subir el 2% la semana pasada, se revaloriza ya un 6,8% en el año, el Dax un 9% y nuestro Ibex vuelve a estar por encima del 10% en la ganancia desde uno de enero. Por no hablar de las emergentes, cuya revalorización en dólares en lo que va de año, medida por el MSCI Emerging Markets, está ya en el 27,8%.
De esta forma, las Bolsas han despertado del letargo que las había dominado en agosto y en los primeros días de septiembre, y lo han hecho en la dirección alcista, aunque técnicamente no se ha roto ningún nivel significativo que nos pueda hacer pensar, de momento, en una salida definitiva de la zona lateral en la que las Bolsas se mueven desde mayo. Una zona lateral que tiene un sesgo ligeramente bajista en las Bolsas europeas y ligeramente alcista en las americanas.
Claramente, los inversores están valorando bien el giro dado por Trump y su nueva (y curiosa) cooperación con los demócratas, que le ha permitido aplazar unos meses el problema del techo de la deuda y que suscita ciertas expectativas de que finalmente pueda aprobarse la rebaja impositiva prometida por el nuevo presidente. También parece cada vez más claro algo que ya dijimos en este comentario el pasado agosto, a saber, que el tema de Corea del Norte tendrá una solución diplomática y no militar. Y asimismo, la menor intensidad del huracán Irma ha sido un factor de alivio.
Pero probablemente la vuelta del apetito por el riego que han mostrado los inversores esta semana tenga su mayor explicación en las expectativas creadas por los datos de inflación y por los mensajes del Banco de Inglaterra. La inflación parece estar repuntando en EE.UU. y en Inglaterra. El pasado jueves supimos que el IPC norteamericano ha subido un 0,4% en agosto (1,9% anualizado) y la inflación core un 0,3%, reavivando las expectativas de subida de tipos en diciembre. En Inglaterra la inflación anualizada se ha situado en agosto en el 2,9%, lo que probablemente ha estado detrás de la afirmación del Banco de Inglaterra de que tal vez suba tipos en los próximos meses.
Estas expectativas de subida de tipos vuelven a colocar a los inversores en el escenario de lo que Ray Dalio ha llamado "beautiful normalization" es decir, una normalización monetaria (subida de tipos y retirada de liquidez) muy suave y gradual por parte de los Bancos Centrales, que se podría realizar sin mayores estridencias (de ahí lo de beautiful) en un contexto de crecimiento económico y subida de la inflación. La diferencia entre lo que se descontaba a principios de año y lo que se descuenta ahora es que en enero se pensaba en un crecimiento vigoroso al calor de la reflación de Trump, y ahora se piensa en un crecimiento bastante más modesto, la consecuencia es que ahora el repunte de la inflación (siempre según esta tesis) será más moderado y permitirá a los Bancos Centrales ser más cautelosos en sus movimientos.
Sea correcta o no la idea, lo cierto es que gusta mucho a unos inversores que no quieren bajo ningún concepto salir del mundo "beautiful", y eso es a nuestro juicio lo que ha movido de nuevo esta semana a los mercados. Las Bolsas han subido por el renovado apetito por el riesgo, el oro ha bajado, y los tipos de interés han repuntado, cerrando el del T bond en 2,20% el pasado viernes frente a los niveles de 2,05% de la semana pasada y el bund al 0,43%. La subida de tipos ha beneficiado a la banca y hemos visto un alza del 2.9% en el índice del Eurostoxx sectorial de banca.
Estamos así ante una reedición "light" del modelo de principios de año, y hay que ver hasta dónde llega, aunque de momento las ganas de subir son evidentes.
¿QUÉ PODRÍA ESTROPEAR EL SENTIMIENTO ALCISTA DE LOS INVERSORES? El candidato principal a aguar la fiesta de los mercados son los resultados empresariales. Aunque en el segundo trimestre las cifras se han mantenido, en general, en línea con las expectativas, varias compañías de primer nivel, y de las que suelen ser muy rigurosas en sus guías a futuro, han manifestado dudas sobre los resultados de la segunda parte del año (profit warnings), en la mayor parte de los casos derivadas de una expectativa de menores ingresos que los previstos a inicios de año. En España, esta última semana Gestamp, empresa cuya calidad de gestión está acreditada, ha anunciado menores previsiones de Ebitda para el 2017 debido en este caso a gastos de lanzamiento de algunos proyectos en EE.UU. Citigroup advirtió hace pocos días de que sus ingresos de trading van a ir a la baja este trimestre, la multinacional de publicidad WPP dijo en agosto que sus ingresos iban a estar por debajo de los esperados en los próximos trimestres y el jueves pasado Oracle presentó muy buenas cifras trimestrales sobre todo debidas a su negocio en la "nube", pero el viernes cayó más de un 7% por su "warning" de menores ventas en Asia en el tercer trimestre del año.
Pero quedan todavía dos semanas para el inicio de la temporada de presentación de resultados del tercer trimestre, y esta próxima semana las miradas van a estar puestas en la reunión de la Fed. Hay otras citas de interés, como la reunión del Banco de Japón el jueves 21, la inflación de la zona euro el lunes 18, la encuesta ZEW alemana, los PMIs preliminares de septiembre en EEUU y la eurozona, pero la Fed es el Banco Central líder y es importante ver lo que dice.
Lo normal es que la Fed anuncie el inicio de la reducción de su balance, pero asegurando que se hará muy poco a poco. Lo normal también es que los mensajes sobre la subida de tipos en diciembre sean muy ambiguos, intentando no tomar ningún compromiso. Con los índices americanos en máximos históricos y el dólar a 1,20 con el euro, la Fed no tiene presión y podría ser algo más "agresiva" en su discurso, pero está por ver si lo es o no y en el caso de que lo sea está por ver cuál es la reacción de unos mercados cada vez más imprevisibles en el corto plazo.
Salvo sorpresas en el comunicado y rueda de prensa de la Fed, todo parece bastante plácido en esta segunda parte de septiembre. Las elecciones alemanas del próximo domingo no deberían dar ningún susto y Trump parece muy decidido a dar un giro a su política para hacerla más del gusto del establishment. Apostaríamos por una semana tranquila, con ligero sesgo positivo.