PYME es el término con el que identificamos a la pequeña y mediana empresa, que incluye a todas aquellas empresas con menos de 250 trabajadores y una facturación anual inferior a 50 millones de euros.
La Comisión Europea indica que una empresa es una entidad que ejerce una actividad económica, independientemente de su forma jurídica. Por tanto el hecho de ser autónomo, profesional o sociedad mercantil no va a ser determinante a la hora de entrar en la clasificación de pyme.
Los tres criterios fundamentales que determinan el tipo de empresa, y por consiguiente si es una pyme o no son la plantilla que la forma (empleados), el volumen de negocios anual y su balance general anual. Se obtendrá la calificación de pyme en el caso de que la empresa no supere los umbrales que se determinen en esos tres conceptos:
- Tienen menos de 250 trabajadores.
- Facturan menos de 50 millones de euros anuales.
- Su balance general anual es inferior a los 43 millones de euros.
Las pymes se dividen en tres clases:
- Se establece que una microempresa es aquella que tiene hasta 10 trabajadores y que su volumen de negocio o su balance anual no supera los 2 millones de euros.
- Pequeña empresa será aquella que cuenta con una plantilla de menos de 50 trabajadores y que su volumen de negocio o su balance es inferior o igual a 10 millones de euros.
- Una mediana empresa tendrá menos de 250 trabajadores y un volumen de negocio menor o igual a 50 millones de euros o un balance que no supere los 43 millones de euros.