lunes. 25.11.2024

La refinería de Repsol en Cartagena inicia el año destinando 14,8 millones de euros a la parada programada de su planta de lubricantes. Las unidades, en las que se fabrican fundamentalmente bases de aceites lubricantes, serán sometidas a trabajos de inspección de equipos, mantenimiento y nuevas inversiones con el objetivo de incrementar la eficiencia energética y mejorar la competitividad de los procesos.

 

Los trabajos, que ya han comenzado con la parada progresiva de las unidades, se prolongarán durante más de un mes y requerirán de una media de 400 trabajadores al día, llegando en momentos punta a los 500 profesionales. Este personal cualificado, que trabajará bajo la supervisión de los empleados propios de Repsol, procede de una treintena de empresas auxiliares, de las que el 73% son locales, el 23% nacionales y el resto de ámbito internacional.

 

La refinería de Cartagena realiza de forma periódica este tipo de paradas que permiten preparar las unidades para un nuevo ciclo de trabajo, preservar la seguridad de las instalaciones, cumplir con las inspecciones legales requeridas y realizar nuevas inversiones para mejorar la eficiencia energética. En este caso, los trabajos consistirán en la intervención de siete unidades de las dos plantas de lubricantes con las que cuenta la refinería.

 

De los 14,8 millones del presupuesto de la parada, cerca de 6 millones de euros se emplearán en inversiones y modificaciones destinadas a seguridad, medio ambiente, eficiencia energética y mejoras tecnológicas. En concreto, en uno de los hornos se sustituirá su refractario de hormigón por otro de fibra. En cuanto a mejoras tecnológicas, se destinarán 900.000 euros para reforzar la seguridad de la subestación que alimenta a los equipos eléctricos de la unidad mediante una evolución tecnológica de sus equipos.

 

LA SEGURIDAD, OBJETIVO PRIORITARIO. En Repsol, la seguridad es el eje en torno al que gira toda la actividad. Por ese motivo, más de 800 personas, entre trabajadores propios de la refinería y de empresas auxiliares que van a trabajar en esta parada, han realizado una formación específica que ha sido impartida por profesionales de Repsol y por media docena de empresas externas, en su mayoría locales, que se dedican a ofrecer este tipo de cursos.

 

Entre los contenidos, además de los procedimientos y protocolos de trabajo en el interior de la refinería, este año con motivo del Covid 19, se ha hecho especial hincapié en la importancia de usar siempre mascarilla, mantener la distancia de seguridad y realizar un correcto lavado de manos. En este sentido, la refinería y las empresas contratistas han reforzado los medios para garantizar, entre otras cosas, el acceso y los desplazamientos por el interior del complejo industrial de forma segura.

 

En la unidad de lubricantes se obtienen las bases de aceites lubricantes para uso doméstico y para exportación. Además, en esta planta se obtienen otros productos como parafinas que se usan en industrias como la textil, alimentaria y cosmética; betunes para pavimentación, o la materia prima que se utiliza para fabricar neumáticos.

 

El director de la refinería, Antonio Mestre, ha asegurado que “esta parada, junto a otros proyectos que está desarrollando Repsol en Cartagena, como la primera planta de biocombustibles sostenibles a la que se destinarán 188 millones de euros, suponen una clara apuesta por el desarrollo del sector industrial y por la promoción de empleo y generación de actividad económica en Cartagena y la Región de Murcia”.

 

Como en anteriores trabajos de este tipo realizados en otras plantas de la refinería, la parada programada consta de varias fases. Comienza dejando fuera de servicio las unidades en las que se va a intervenir para, posteriormente, iniciar las tareas propias de inspección, mantenimiento y nuevas inversiones en los equipos.

 

Este tipo de labores, coordinadas por el área de Paradas con la implicación todos los departamentos de la refinería, supone una planificación exhaustiva, con más de un año de antelación, para garantizar la máxima seguridad y el aprovisionamiento de nuevos equipos, así como las necesidades de medios técnicos y humanos. La última fase de estos trabajos supone la puesta en marcha de las unidades.

Repsol invierte 15 M en la parada de la unidad de lubricantes