Empresas griegas y españolas se han unido para crear el grupo Avramar, con el fin de liderar la producción de acuicultura del Mediterráneo y el comercio mundial de lubina y dorada y que contempla adquirir la empresa cartagenera Fuentes (antes Ricardo Fuentes e Hijos).
Avramar es un proyecto impulsado por el grupo greco-español Andrómeda (que cuenta con instalaciones en la Comunidad Valenciana y Lanzarote), incluida su filial Frescamar, y por las firmas Selonda, Mireus, Perseus. Con las últimas adquisiciones el grupo se ha triplicado y suma un negocio de 400 millones de euros.
El máximo ejecutivo de Andrómeda, Alex Myers, ha presentado en una rueda de prensa virtual el nuevo rumbo de la compañía, con el que pretende redefinirla y recuperar resultados, tras un año “dramático” como 2020, marcado por la pandemia y el temporal Gloria, que dañó a la piscicultura del Mediterráneo.
Myers ha asegurado que Avramar, la suma de los nombres avra (brisa en griego) y mar, se convierte en líder en el suministro mundial de dorada y lubina (pescados en los que España y Grecia son productores importantes) y en la primera compañía acuícola del Mediterráneo.
Andrómeda y su sucesora tienen como mercados principales el español, el griego y el italiano, pero -según Myers- Francia es un destino muy interesante y la nueva firma tendrá también América del Norte como objetivo.
Con 2.300 empleados, cuenta con 700.000 clientes y 35 mercados de destino. Entre los objetivos de Avramar figura también la expansión de la producción acuícola de corvina y de pargo.
Asimismo, Myers ha mencionado su planes para la adquisición de las granjas de la empresa Fuentes, situadas en Murcia y en Lanzarote, pendientes de procesos legales.
Dentro de la Comunidad Valenciana, el hasta ahora responsable de Andrómeda ha confirmado que se mantendrán las ubicaciones de sus instalaciones en las tres provincias si bien, y después del temporal Gloria, la intención es una expansión dentro de la provincia de Alicante.
En relación a los efectos de la pandemia en sus cuentas de 2020, ha apuntado que la caída de ingresos a final de año estaría en torno al 5 % o al 7 %, aunque durante algunos momentos del confinamiento las pérdidas fueron superiores, sobre todo por el descenso de las ventas a hostelería y restauración. En concreto, ha apuntado a las pérdidas durante los primeros meses de confinamiento.
En relación a 2021, esperan que los primeros meses el escenario sea difícil, por la continuidad de la covid-19 y remontar en la segunda mitad del año.