La banca española elevó en abril más de un 17% sus peticiones de fondos al Banco Central Europeo (BCE) hasta los 167.524 millones de euros, ante la necesidad de disponer de liquidez para hacer frente a la crisis del coronavirus, y después de que la entidad europea relajara temporalmente sus criterios.
El BCE anunció el pasado 12 de marzo que ofrecería más liquidez a largo plazo a las entidades de forma temporal, los llamados TLTRO, y mejoraría las condiciones de los ya concedidos, para dar un apoyo "inmediato al sistema financiero de la zona del euro".
Esa medida ya provocó que en marzo las peticiones de la banca española al BCE crecieran casi un 10%, pero en abril, según los datos provisionales que ha publicado este jueves el Banco de España, el aumento ha sido del 17,17 %, después de que las entidades solicitaran en un solo mes 24.558 millones.
Estos datos incluyen los citados créditos TLTRO (por sus siglas en inglés), que son préstamos a largo plazo en condiciones ventajosas que se conceden a la banca para que inyecte capital en la economía en forma de créditos a empresas y familias.
Además, en la comparación interanual, se rompe la tendencia bajista de los últimos meses y se registra una ligera subida del 0,36 %, que en números absolutos se traduce en un aumento de unos 600 millones de euros, ya que en abril de 2019 las solicitudes fueron de 166.923 millones de euros.
En cuanto a las peticiones de fondos a corto plazo, en abril se redujeron a 2 millones, frente a los 18 millones de marzo y un recorte mucho mayor en relación con el abril de 2019, ya que entonces se solicitaron 198 millones. En cuanto al programa de compra de deuda pública y bonos, que el BCE reactivó por sorpresa el pasado 18 de marzo, el saldo vivo al cierre de abril se elevó en más de 16.000 millones, hasta los 356.051 millones, un incremento que supera los 20.400 millones en tasa interanual.
La institución con sede en Fráncfort anunció tras el estallido de la pandemia del coronavirus que volvía a poner en marcha el programa, cuyo objetivo era estimular la economía europea, con otra ronda de adquisiciones de bonos públicos y privados de 750.000 millones de euros para contrarrestar los "serios riesgos" que supone la crisis del coronavirus para su política monetaria.