lunes. 02.12.2024

La renta variable es un tipo de inversión en la que la recuperación del capital invertido y la rentabilidad de la inversión no están garantizadas. Además puede ocurrir que la rentabilidad sea negativa, pudiendo llegar incluso a perder el dinero invertido. Esto se debe a que la rentabilidad de la renta variable depende de distintos factores como pueden ser la evolución de la empresa en la que se invierte, su situación económica, el comportamiento de los mercados financieros, entre otros.


Un claro ejemplo de renta variable son las acciones. Cuando el inversor compra acciones adquiere una serie de derechos entre los que se encuentra el cobro de dividendos. Si la empresa obtiene beneficios durante el ejercicio, y siempre que lo decida en la junta general, podrá repartir dichos beneficios entre sus accionistas, en forma de dividendo. Además de este derecho, el accionista adquiere otros como el derecho de voto, derecho de información, etc. A largo plazo, la renta variable es el único activo que consigue batir a la inflación. Esto ocurre porque a largo plazo existe una alta correlación entre renta variable y crecimiento económico de un país, si bien, en el corto y medio plazo, es posible sufrir volatilidades que afecten al comportamiento de la inversión.

¿Qué es la renta variable?