La Opa de BBVA sobre Sabadell vuelve a poner el foco sobre la concentración del sector bancario, que, tras la fuerte reducción de entidades por la desaparición del sistema de cajas de ahorro en la crisis financiera, volvió a verse recortado tras las recientes operaciones de Caixabank y Bankia o Unicaja y Liberbank.
Antes de que la crisis financiera derivara en la desaparición del sistema de cajas de ahorro, había alrededor de medio centenar de entidades en España, algunas de ellas con un alcance regional y un nivel de negocio reducido. Quince años después queda una decena de entidades y pueden acabar en nueve.
Actualmente Banco Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Unicaja y Bankinter son los jugadores más grandes de un sector donde también han permanecido algunos nombres como Abanca, Kutxabank, Cajamar e Ibercaja.
La fusión de Caixabank y Bankia en septiembre de 2020, y que se formalizó en marzo del año siguiente, fue la última de gran calado al crear un gigante bancario que hoy lidera el sector en España.
A esto se sumó, la unión entre Unicaja y Liberbank, que acabó con la integración de dos entidades medianas en una de mayor tamaño. La operación culminó en julio de 2021.
En un escenario de tipos de interés mínimos, o incluso negativos, los bancos volvieron a las fusiones con el objetivo de conseguir un tamaño necesario para mejorar su negocio.
De hecho, los reguladores animaron a estas uniones, incluso instaron a propiciar integraciones supranacionales, que no han llegado a producirse, para mejorar la rentabilidad del sector.
Este sector ya había visto reducido el número de entidades en 2017 por la compra de Banco Popular, tras la intervención de la Junta Única de Resolución (JUR), por parte de Banco Santander.
La caída de las cajas de ahorro
La caída de Caja Castilla La Mancha, que llegó a ser intervenida por el Banco de España, fue el detonante de un sistema de pequeñas entidades que habían tenido una excesiva exposición al negocio del ladrillo.
El estallido de la crisis del ladrillo en España se llevó por delante el sistema financiero de las cajas de ahorro, que en 2009 vieron cómo comenzaba el baile de las que se denominaron fusiones frías, o con el nombre técnico de SIP (sistema institucional de protección) y que posteriormente, en algunos casos, también fueron integradas dentro de jugadores más grandes.
De una de estas integraciones surgió la semilla, por ejemplo, de Bankia, que unía bajo su nombre hasta siete cajas de ahorro entre las que se encontraban Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja.
Aunque algunas entidades, como Bankinter ha mantenido su camino en solitario en los últimos años, la mayoría de entidades bancarias tienen en su historia la integración de alguna de estas cajas de ahorros.
BBVA, por ejemplo, integró dentro de su negocio a las catalanas que se englobaban bajo el nombre de Unimm o a Catalunya Caixa, que provenía de la unión de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa.
Mientras que la actual Unicaja suma nombres como Caja de Jaén, Caja Duero o Caja España, con otros provenientes de Liberbank, como Cajastur, Caja Cantabria o Caja Extremadura.