El País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña lideran la productividad por hora trabajada en España debido fundamentalmente a factores que tienen que ver con el capital humano, mientras que Andalucía, Canarias, Murcia y Extremadura se sitúan a la cola.
Según un análisis de la profesora emérita de la Universidad de Valencia y directora de proyectos internacionales de IVIE, Matilde Mas, presentado este lunes en Fedea, el valor del capital humano es uno de los elementos más determinantes a la hora del dinamismo de la productividad por regiones.
La investigación de Mas analiza el detalle de la evolución regional de la productividad entre el año 2000 y el 2022 midiendo aspectos como los salarios, la formación, el peso de los indefinidos o condiciones laborales como el teletrabajo.
"España tiene un enorme problema de retención de talento", ha destacado Mas, que ha señalado entre los cambios necesarios para mejorar la productividad en España a la mejora de los empresarios, "capital gerencial", las políticas activas o la formación.
"Un déficit crónico de productividad laboral"
El observatorio trimestral del mercado laboral de Fedea presentado también este lunes recoge que España "tiene un déficit crónico de productividad laboral" en comparación con la Unión Europea que se ha agravado en la última década a pesar de la mejora de España en los dos últimos años.
La productividad laboral por hora trabajada ha aumentado un 4,2% en España entre 2013 y 2023 frente a un 5,5% en la eurozona.
El diferencial, añade el informe, se debe en parte a la menor productividad de las TIC, las actividades inmobiliarias y las actividades profesionales.
Sin embargo, apuntan, tanto el valor añadido por hora como por trabajador han avanzado más en España en el bienio 2022-2023.
Fedea explica este último dato en que en 2020 la productividad laboral por ocupado cayó como consecuencia de los programas de retención del empleo, como los ERTE.
Tras la corrección en 2021, añaden, la productividad laboral ha registrado una evolución más favorable en España que en Europa desde 2022 que, no obstante, no termina de cerrar la brecha existente.
Más empleo y más vacantes
El observatorio también destaca que la creación de empleo repuntó en el primer trimestre de 2024 y que la población de nacionalidad extranjera, que apenas representó el 14,2% de los ocupados en 2023, explica ya casi la mitad del aumento de la ocupación prepandemia.
Junto a esto, señala que la tasa de vacantes habría vuelto a subir hasta los 0,64 puestos por cada mil personas activas con más dificultades en el sector TIC y en las actividades profesionales y científicas.
Fedea apunta en este observatorio que, después de varios años de convergencia, las series de paro y empleo de la Encuesta de Población Activa (EPA) y las procedentes de registros administrativos, afiliación y registros en el SEPE, se han distanciado por varios factores.
En el caso del paro, explica el diferencial entre la EPA y el resto de datos en la distinta propensión a registrarse como demandantes (menor entre la población joven) y a buscar activamente empleo (menor entre la de 45 y más años) según los tramos de edad.
En cuanto al empleo, apunta entre otros aspectos al pluriempleo, con un aumento del 23% en el número de ocupados pluriempleados desde 2019.
