La CROEM y la Cámara de Comercio de Murcia han advertido de "la persistencia de las incertidumbres globales" que presenta la economía para 2023, especialmente la inflación y la inestabilidad geopolítica, pese a la caída del desempleo en la comunidad.
El paro bajó en la Región en diciembre del 1,52% respecto al mes anterior, que la cifra de desempleados en 89.962, un 2,66% menos en términos interanuales.
Así, los empresarios de la comunidad destacan el aumento de los precios de la energía y los alimentos, con sus efectos en el consumo privado y las decisiones de inversión de las empresas, a lo que se suma la subida de los tipos de interés.
El descenso del desempleo vino acompañado de una mejora de la ocupación: hubo un aumento de 561 personas en los registros de la Seguridad Social, que representan un +0,1%, en la misma línea que la media nacional. No obstante, en términos anuales el avance regional (+2%, o +12.178 personas en términos absolutos) resulta más moderado que el nacional (+2,4%).
Finalmente, en diciembre se formalizaron 42.065 nuevos contratos, de los que 21.871 fueron indefinidos. Mientras para el acumulado del año, el total de contratos ascendió a 766.831, de los que el 44,5% fueron indefinidos, frente al 38,4% de porcentaje nacional.
En cuanto a las limitaciones propias de la actividad empresarial regional, remarcan "las amenazas a la disponibilidad de agua y su elevado precio", en una economía tan dependiente de este recurso, así como la necesidad de financiar estructuras fundamentales para el incremento de la competitividad empresarial como el Corredor Mediterráneo.
Según los empresarios, estos factores se reflejan en un mercado laboral "de perspectivas inciertas para 2023, donde será difícil mantener la reducción del paro aunque se siga creando empleo, en un contexto de crecimiento económico moderado".
