El consejero de Empleo, Investigación y Universidades, Miguel Motas, se ha comprometido esta semana con los dos principales sindicatos de la Región de Murcia (CCOO y UGT) a reactivar la Estrategia de Salud y Seguridad Laboral 2019-2022, que fue presentada por el Gobierno regional a finales de febrero del presente año y que contiene “numerosas medidas para conseguir entornos de trabajo más seguros y saludables que todavía no se han puesto en marcha ni tienen un plazo de ejecución”.
Durante su primera visita al Instituto de Seguridad y Salud Laboral (ISSL), en la que mantuvo un encuentro con sus trabajadores, Motas afirmó que “coincidimos con los agentes sociales en que es fundamental constituir la primera comisión de seguimiento de esta Estrategia, no sólo para verificar el cumplimiento de la misma, sino para perfeccionarla, actualizarla periódicamente e incorporar las novedades que sean pertinentes”.
“El crecimiento económico debe ir aparejado de un empleo de mayor calidad, pero lograr ese empleo también implica mejorar las condiciones de trabajo de nuestros ciudadanos y aplicar una tolerancia cero con los accidentes laborales, minimizando cualquier posible riesgo. Los trabajadores con baja cualificación sufren más del 40% de los accidentes de trabajo, y eso es algo que debemos erradicar”, añadió el responsable autonómico.
La Estrategia de Salud y Seguridad Laboral cuenta con una financiación de más de 40 millones de euros y articula 160 acciones en todos los sectores de actividad. El propósito central de este plan es reducir al menos un 15 por ciento la siniestralidad en 2022, concretamente el índice de incidencia (número de accidentes de trabajo por cada 100.000 afiliados a la Seguridad Social).
El cumplimiento de ese objetivo supondría descender de los 3.000 accidentes por cada 100.000 ocupados y moverse por tanto en cifras de 2013, uno de los años con menor siniestralidad en la serie histórica. Otra de las metas generales con las que nació la Estrategia es la de consolidar y expandir la cultura preventiva en las empresas y organizaciones de la Región.
La Estrategia parte de seis ejes de intervención: formación en prevención de riesgos laborales, investigación de accidentes, campañas divulgativas, control a través de campañas de inspección, apoyo y asesoramiento a empresas y autónomos, y finalmente la incentivación a través de subvenciones, por ejemplo para fomentar la contratación de técnicos en prevención.
Algunas de las medidas específicas que contienen esos ejes son los seminarios formativos para técnicos en prevención y mandos intermedios; la utilización de nuevas tecnologías en la promoción de la cultura preventiva; las campañas de divulgación en sectores más propensos a la siniestralidad; el fomento del uso de equipos de protección individual o las campañas de inspección sobre las actividades de los servicios de prevención.
Con motivo de su visita al ISSL, Motas subrayó la “fundamental labor que realiza este órgano en ámbitos tan relevantes como el análisis de las causas de los accidentes de trabajo, las acciones formativas sobre seguridad laboral o el apoyo a las pymes en programas de prevención. El Instituto es una pieza central en la reducción de la siniestralidad y resulta especialmente destacable su función divulgativa, también entre los más jóvenes”.