El apogeo de la inteligencia artificial (IA), precipitado con tecnologías emergentes como ChatGPT, no parece alarmar a los ciudadanos españoles, ya que la mayoría confía en que la revolución tecnológica "aumentará el empleo y reducirá la duración de la jornada laboral".
Esta es una de las principales conclusiones de la VI Encuesta de Percepción Social de la Innovación en España, realizada por la Fundación Cotec para la Innovación en colaboración con Sigma Dos, cuyos resultados han sido detallados este lunes en San Sebastián.
La presidenta de Cotec, la exministra Cristina Garmendia, ha participado en la presentación de este estudio, elaborado a partir de 7.587 entrevistas realizadas entre diciembre de 2022 y febrero de 2023, en el que se percibe una visión más optimista de la innovación.
La mayoría de los ciudadanos (51%) confía en que la revolución tecnológica cree más empleo del que destruirá. También son mayoría los que opinan que mejorará la conciliación entre vida personal y laboral (53%), reducirá la brecha de género en el empleo (53%) y acortará la duración de la jornada laboral (56%).
En este último caso, los 27 puntos porcentuales de diferencia entre los que consideran que la tecnología reducirá las horas de trabajo (56%) y los que opinan que no traerá cambios significativos al respecto (29%) contrasta con el resultado de hace cuatro años, cuando la diferencia no llegaba a dos puntos, destaca el informe.
El estudio pone de relieve además la "autoconfianza" de los españoles frente a la amenaza para el empleo que podrían suponer los robots, los algoritmos o la inteligencia artificial.
En este caso, dos tercios (63%) de la población activa opinan que la mayoría de los puestos actuales serán sustituidos por máquinas en un plazo de 15 años, pero cuando se interroga a un ciudadano en particular por su propio trabajo, solo un 12% piensa que las tareas que desempeña podrían automatizarse.
La "autoconfianza" frente a las máquinas varía mucho además en función del trabajo que se realiza y es mayor entre las personas que desempeñan empleos que implican tratar con personas (64%), que en el caso de quienes manejan máquinas (54%) o se dedican a procesar información (48%).
En cuanto a la actitud hacia un mercado laboral automatizado, el informe recoge de nuevo esa aparente contradicción dado que son amplia mayoría los trabajadores que opinan que, si bien la sociedad española no se está preparando bien para encarar ese escenario (70%), ellos sí lo están ya (61%).
No obstante, los autores del estudio creen "preocupante" que un 34% de la población activa, cerca de siete millones de trabajadores, declare no sentirse capacitado para competir en un mercado laboral dominado por la tecnología.
Esta percepción negativa está estrechamente ligada al nivel de estudios, ya que aquellos que dicen no sentirse capacitados para ese futuro laboral son mayoritariamente los que no tienen estudios.
También es mayor el pesimismo sobre las propias capacidades laborales tecnológicas entre las mujeres trabajadoras (39%) que entre sus compañeros (29%).
La confianza en que el sistema educativo prepara adecuadamente a las futuras generaciones de trabajadores para ese mercado laboral dominado por la tecnología alcanza en la encuesta su mínimo histórico (15%), cinco puntos porcentuales menos que en el estudio del año pasado.