La Consejería de Empleo, Universidades y Empresa activará en el inicio de 2018 dos subvenciones encaminadas a acercar al empleo a los parados en riesgo de exclusión social en la Región, y de las que se podrán beneficiar las alrededor de mil personas de este colectivo registradas como desempleadas en oficinas del SEF. En concreto, serán ayudas a través del SEF de hasta 9.000 euros por el establecimiento como autónomos si su proyecto va acompañado de una inversión, y de 7.500 euros a las empresas que contraten a estas personas de manera indefinida.
TIPOS DE SUBVENCIONES. La primera de esas ayudas se ofrece a aquellos desempleados en riesgo de exclusión que se den de alta como autónomos en la Región y justifiquen haber realizado una inversión en inmovilizado material superior a los 2.500 euros. La dotación de la subvención oscila entre los 4.000 y 9.000 euros, en función de la inversión inicial.
Dentro del rango de ayudas, la de menor cuantía es la de 4.000 euros, que recibe un hombre en riesgo de exclusión cuando justifica una inversión en material para su idea de negocio de entre 2.500 y 5.000 euros. La máxima ayuda, de 9.000 euros, la recibe una mujer en riesgo de exclusión que justifica una inversión de más de 5.000 euros.
Las facilidades para emprender se completarán con la Cuota Cero en el caso de que el riesgo de exclusión afecte a jóvenes inscritos en Garantía Juvenil o parados de larga duración, ya que incluirá una ayuda inicial de 3.500 euros. Además, será la Comunidad la que asuma la tarifa de autónomos durante el primer año de actividad, y el beneficiario sólo deberá pagar 50 euros mensuales durante el segundo año.
Por otro lado, también a inicios de 2018 se pondrá en marcha la ayuda de 7.500 euros para las empresas de la Región que lleven a cabo un contrato indefinido a tiempo completo a una de estas personas. En el caso de que ese contrato indefinido sea a tiempo parcial, la ayuda será de 3.750 euros.
Para el consejero de Empleo, Universidades y Empresa, Juan Hernández, “el objetivo de esta medida es animar a las empresas de la Región a apostar por aquellos desempleados que más difícil lo tienen y a través de esta línea de subvenciones ayudamos desde el Gobierno regional a quienes se decidan a contratar a una persona parada perteneciente a este colectivo”.
Hernández afirmó que “el empleo es para estas personas la mejor política social, la que más les acerca a la inclusión. Por eso, una de nuestras principales metas es seguir sensibilizando al empresariado para que conozcan estas medidas y se beneficien de ellas”.
PROGRAMAS. La Estrategia por el Empleo de Calidad 2017-2020 centra una especial atención en los colectivos en riesgo de exclusión, entre los que se ha incorporado por primera vez a los refugiados. Así, desde el SEF se ofrece a estas personas orientación laboral, y formación específica para que obtengan competencias clave en lengua, matemáticas e inglés. Este esun requisito indispensable para acceder a los cursos de formación de mayor nivel sin necesidad de tener la titulación mínima de ESO o Bachillerato.
Otro de los recursos que se pone a disposición de este colectivo es la participación prioritaria en programas de experiencia laboral dentro de proyectos de interés social en municipios, así como las citadas ayudas para establecerse como autónomos y para su contratación.
El consejero recordó que “la incorporación de los refugiados dentro del colectivo de personas en riesgo de exclusión permite también priorizar su participación en programas mixtos de empleo y formación o los de empleo público local. Facilitamos así que obtengan una experiencia laboral, porque esto va a incrementar notablemente sus opciones de encontrar un siguiente empleo”.