Los accionistas de Iberdrola han respaldado de forma masiva la reelección de Ignacio Galán como presidente del grupo por un periodo de cuatro años. Todos los apartados del orden del día han recibido un voto positivo del 98% de media, con un quórum de participación cercano al 72%.
Durante su intervención en la Junta, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha querido resaltar que Iberdrola es una compañía que conjuga liderazgo con aportación de valor para la sociedad. “La estrategia que llevamos ejecutando a lo largo de dos décadas nos ha permitido alcanzar récords de inversión, fortaleza financiera, expansión internacional y resultados y también de contribución social, empleo y reducción de emisiones. Por ello, la Iberdrola que presentamos hoy ante ustedes es una compañía más sólida, sostenible y diversificada que nunca”.
Desde la llegada de Ignacio Galán en 2001, la acción ha pasado de los 3,5 euros a situarse en el entorno de los 12 euros por título. A esta revalorización se suman los 6,5 euros acción repartidos como dividendos. Con ello, un accionista que a lo largo de estos veinte años haya reinvertido sus dividendos, como hace la mayor parte del capital, habrá visto multiplicada su inversión por 8 veces.
Iberdrola se presenta como la primera eléctrica de Europa y la segunda más grande del mundo por capitalización -con más de 76.000 millones de euros-, lo que supone multiplicar por siete su tamaño desde 2001. Hace dos décadas, apenas era la vigésima empresa energética a nivel mundial.
Este buen comportamiento bursátil viene avalado por una estrategia visionaria de negocio, centrada en energías limpias, a las que ha destinado más de 140.000 millones de euros de inversión en las últimas dos décadas. Iberdrola se encuentra a la vanguardia de la transición energética en el mundo, con unos activos de más de 150.000 millones de euros, una capacidad renovable que supera los 40.000 MW y más de 1.200.000 Km de redes en todo el mundo.
Galán ha destacado que el modelo resiliente y diversificado del Grupo le sitúa en la mejor posición para afrontar el contexto económico actual: el 75% de su deuda es a tipo fijo (el 87% excluyendo Brasil), con una vida media de 6 años y cuenta con una liquidez de 21.000 millones de euros, suficiente para sus necesidades financieras de casi 2 años. Además, Ignacio Galán ha subrayado que las alianzas cerradas con socios de primer nivel global, como los fondos soberanos de Noruega (Norges Bank) y Singapur (GIC), que se unen a la sellada hace más de 10 años con Qatar Investment Authority, demuestran que los inversores más relevantes del mundo apuestan por el modelo de Iberdrola para realizar inversiones conjuntas.
El presidente de Iberdrola ha querido también dar un mensaje de futuro: “Estamos en una etapa histórica. Contamos con un equipo humano con la experiencia y el talento necesarios, y con la tecnología y los recursos financieros para continuar llevando a cabo con éxito esta gran revolución energética”.
Así, se ha comprometido a seguir liderando la transición energética. El plan estratégico presentado el pasado noviembre ha dado un salto de gigante en solo unos meses, con el 60% de la capacidad de generación ya instalada o en construcción y cerca del 100% de las inversiones en redes cubiertas por marcos acordados o en negociación. La hoja de ruta de alianzas y rotación de activos, por un total de 7.500 millones de euros, se ha cumplido en su totalidad, lo que permitirá acelerar el compromiso de inversión récord por 47.000 millones de euros en el periodo 2023-2025.
Con este plan inversor, la compañía prevé que el beneficio neto supere los 5.000 millones de euros en 2025, lo que permitirá seguir incrementando el dividendo en línea con el crecimiento de resultados y mejorando, al tiempo, la ya potente solidez financiera.