El elevado precio de la energía, la inflación y la incertidumbre económica están frenando un mayor avance del sector industrial. Esta es una de las principales conclusiones que pueden extraerse del VI Barómetro Industrial del COGITI - Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial de la UCAM, correspondiente a 2022, y del informe ‘Una perspectiva económica de la situación de la industria en España (2022)’, presentados esta semana en Madrid. Este documento, que se incluye en esta edición del Barómetro –al igual que en los tres años anteriores– ha sido elaborado por el Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas de España (CGE) utilizando la última serie de datos disponibles, y en él se analiza la situación de la industria desde un punto de vista económico, a la vez que hace una comparativa de la situación en las distintas comunidades autónomas.
En la presentación han participado por parte del COGITI su presidente, José Antonio Galdón, quien también es director de la Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial de la UCAM, y la coordinadora del Barómetro, Mónica Ramírez; y por el CGE su presidente, Valentín Pich, y el director del Servicio de Estudios del CGE, así como el coordinador del Informe, Salvador Marín. En el acto también ha intervenido vía online Josefina García, rectora de la Universidad Católica de Murcia, quien ha destacado “el apoyo de la UCAM a estos organismos con los que colabora en materia de formación e investigación”.
José Antonio Galdón ha señalado que “el VI Barómetro Industrial pone de manifiesto una percepción más positiva de los profesionales del sector que en años anteriores, lo que no deja de ser una buena noticia, pese a las claras reivindicaciones para solucionar los problemas del tejido industrial y el cierto descontento con las medidas de las diferentes administraciones”.
“Es evidente que el sector requiere protección y equilibrio para ser competitivo en un mundo global donde las exigencias son tan dispares, a lo que habría que sumar una estabilidad y certidumbre en los precios energéticos y una fiscalidad especial para fomentar las inversiones necesarias”, indica Galdón.
La industria española continúa un año más perdiendo peso respecto del conjunto de sectores de la economía nacional, pasando del 20,6% del valor añadido bruto (VAB) en el año 2000 al 16,94% en 2021.
Cataluña es la comunidad autónoma que más contribuye al total de la industria nacional, con un 22,07%. Posteriormente aparecen Madrid, Andalucía y Valencia, con una contribución del entorno del 11%. En el extremo inferior se sitúan Baleares, Canarias, Cantabria, Asturias, Extremadura y Rioja, cuya contribución es inferior al 2,5%.
El 77% de los ingenieros considera necesaria, en la situación actual, una política fiscal específica para el sector industrial.
El 55% afirma que su empresa no ha recibido ninguna ayuda económica todavía, frente a un 12% que asegura que sí y un 33% que no lo tiene claro.
Sobre el precio de la energía, el 47% de los ingenieros participantes considera que estos altos precios afectan en gran medida a la competitividad del sector industrial, seguidos de un 31% que cree que afecta bastante, un 12’3% dice poco o nada y un 9’71% se mantiene en una escala intermedia.