BBVA ha puesto en marcha un simulador en su web para que las comunidades de propietarios puedan
calcular la cuota del préstamo que serviría para mejorar la eficiencia energética de las viviendas y zonas comunes. Si se trata de una operación sostenible, el banco ofrece financiación a un tipo de interés
reducido. En el caso de que no lo sea, el banco también ofrece financiación.
Los clientes contarán con gestores especializados que asesoran en todo momento y que explicarán todas las subvenciones posibles de la comunidad murciana a las que se pueden acceder, que podrían suponer hasta un ahorro del 80%.
Una diferencia importante en el caso de comunidades de propietarios respecto a las viviendas unifamiliares, es que los proyectos a acometer suelen ser integrales, es decir que suman múltiples soluciones, mientras que las viviendas de particulares suelen ir implementando medidas poco a poco. La ejecución de la reforma integral resulta más compleja no solo por su dimensión, sino también por un factor muy importante, el consenso de todos los vecinos. Para este tipo de proyectos, el banco ofrece financiación con una devolución hasta en 12 años.
Para fomentar y avanzar en la rehabilitación energética del parque de viviendas español, BBVA cuenta con una red específica para atender las necesidades concretas de las comunidades de propietarios. Mark Eaves, director de Financiación de Comunidades de Propietarios de BBVA en España, afirma que el objetivo es “facilitar y acompañar para llevar a cabo las obras, que en la gran mayoría de casos, resultan complicadas de acometer ya que por su envergadura requieren de gran inversión”. Sin la financiación necesaria, “esta transición sería mucho más lenta en tiempo y en muchos casos no sería posible”, añade.
Además del objetivo de cumplir con la norma y contribuir así al objetivo de la descarbonización de la economía, existen muchas otras razones por las que es clave apostar por la rehabilitación de los edificios. Eaves destaca tres de ellas. “En primer lugar, el ahorro económico, ya que al generar un menor consumo energético, tenemos un menor coste económico. Por otro lado, la ganancia en confort en el hogar y en calidad de vida. Y por último, todas las medidas que se apliquen darán un mayor valor a nuestras viviendas”.
Solución acorde con la normativa europea
Esta solución da respuesta a la última directiva referente a eficiencia energética en edificios aprobada por
el Parlamento Europeo. Una normativa que busca reducir las emisiones de gases contaminantes y el
consumo de energía en el parque residencial europeo. Se trata de una reducción progresiva, con una
primera fecha clave en 2030, cuando todos los edificios de nueva construcción deben ser cero emisiones.
Asimismo, los países tendrán que aplicar planes nacionales para reducir en ese mismo año el uso de la
energía primaria en las viviendas en un 16% y en un 20-22% para 2035. Y una fecha objetivo, 2050, año
en el que se debe lograr la descarbonización total, tanto en nueva construcción, como en la ya existente.
En el caso de España, casi la mitad de las viviendas se edificaron antes de 1980. Ello implica que están
lejos de contar con las mejoras en aprovechamiento energético que existen actualmente.
Y, en consecuencia, tienen baja calificación en el certificado de eficiencia que mide las viviendas más y menos
eficientes, desde la A a la G, respectivamente. Los datos lo demuestran: según el INE, el 81% de los
edificios tienen una calificación energética baja, entre la E y la G.