Banco Sabadell ganó 328,1 millones de euros en 2018, un 54,2 % menos que en 2017, condicionado por los problemas de la migración tecnológica de su filial británica TSB y al haber asumido también costes extraordinarios para culminar la limpieza de su balance. Ambos factores supusieron impactos extraordinarios por valor de 637,1 millones de euros, aunque los costes imputables a TSB ascienden a 460 millones.
Sin estos atípicos, el beneficio neto del grupo habría crecido un 9,6 % en 2018, hasta alcanzar los 783,3 millones de euros, sostiene el banco catalán, que aclara también que, dejando al margen a TSB, el Sabadell habría ganado 568 millones de euros en 2018.
La Bolsa ha recibido los resultados del Sabadell con un fuerte castigo, ya que sus títulos han llegado a caer esta mañana en torno a un 10 %, hasta los 0,90 euros.
Aunque el presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha admitido sentir "preocupación" por la evolución de las acciones del banco, ha asegurado que la baja cotización en Bolsa es algo que está afectando a toda la banca española, y ha dado un mensaje de confianza en el banco que lidera: "Cada día que baja (la acción) es mejor inversión", ha dicho.
También ha querido ratificar la apuesta del Sabadell por su filial británica, TSB, de la que ha dicho que ahora que dispone de una plataforma tecnológica propia tiene "más valor". No obstante, Oliu ha admitido que la filial británica "ha perdido un año" de actividad comercial y que tendrá que actualizar su plan estratégico y mejorar su eficiencia, porque los resultados de 2019 serán "menores" de los que esperaban.
El Sabadell también ha aprovechado 2018 para culminar la limpieza de su balance de activos tóxicos procedentes del estallido de la burbuja inmobiliaria, al desprenderse de carteras institucionales por un volumen de 5.800 millones y al haber acordado la venta del 80 % de Solvia a Lindorff, sociedad perteneciente al grupo sueco Intrum.
El banco calcula que esa venta de activos problemáticos le supondrá ahorros anuales por valor de 153 millones de euros, y en esta línea el grupo acabó 2018 con una ratio de morosidad del 4,22 %, casi un punto menos que en 2017.
Por otra parte, Oliu ha explicado que el Sabadell no se plantea en estos momentos operaciones corporativas y que tampoco prevé ajustes extraordinarios de personal o de oficinas en España. También ha insistido en que no contempla en estos momentos que su sede social, ahora situada en Alicante, regrese a Cataluña.
Asimismo, el Sabadell ha anunciado este viernes que distribuirá un dividendo complementario a sus accionistas de 0,01 euros brutos por acción, de forma que la retribución total al accionista en efectivo correspondiente a 2018 alcanza los 0,03 euros brutos por acción