Iberdrola cree que con la venta de 8.534 MW en México a un fondo público del país por unos 5.480 millones de euros (6.000 millones de dólares) tanto la compañía como el Gobierno mexicano ganan, ya que se acaba con los litigios que mantienen ambas partes y la empresa gana músculo para crecer en EE.UU y Europa.
Una vez se tenga el acuerdo final y las aprobaciones regulatorias correspondientes, Iberdrola espera que la transacción -anunciada el martes por la noche y que este miércoles era recibida con subidas bursátiles cercanas al 2%-, se cierre antes de final de año, según han señalado sus directivos en una conferencia con analistas.
Según la documentación remitida también este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operación supondrá unos 5.480 millones de euros de caja bruta en 2023. Las posibles plusvalías están pendientes de cómo se estructure la venta.
La aportación de activos tendrá un impacto en el ebitda de 2023 de -500 millones de euros (-550 millones de dólares), aunque está pendiente de análisis contable, y de -82 millones de euros (-90 millones de dólares) en el beneficio neto.
A pesar de ese impacto en el beneficio neto, la compañía mantiene el objetivo para 2025, y es que esos 90 millones "no son una cifra que un grupo como Iberdrola no pueda compensar", ha indicado el director financiero, José Sáinz.
La operación se enmarca en la estrategia 2023-2025 de Iberdrola, centrada en un crecimiento en redes y renovables con nuevas oportunidades en EE.UU y Europa, y con más exposición a zonas con calificación crediticia A.
En ello ha insistido el director financiero de la energética, que ha reiterado que la compañía ahora tiene una oportunidad de "reciclar capital" hacia el crecimiento y nuevas oportunidades en EE.UU, a través de los incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, en inglés), y en Europa, con el RepowerEU.
No obstante, Sáinz ha destacado el compromiso de Iberdrola con México, "donde podrían abrirse nuevas oportunidades para el desarrollo renovable" coincidiendo con una etapa marcada por la "mejor relación" con el Gobierno del país, y con Brasil, donde siguen operando "muy felices".
La transacción, con la que Iberdrola se deshace de cerca del 75% de la potencia instalada que tenía en México, supondrá además una mejora de los ratios de deuda y un fortalecimiento de la posición financiera.
El grupo español entiende que la operación, ejecutada sobre activos que se encontraban bajo concesiones del Gobierno mexicano que iban a empezar a expirar a partir de 2027, se ha cerrado a un precio adecuado y con una valoración atractiva.
Con ella, además, se desprende de cuatro activos, con un total de unos 1.400 MW, que estaban afectados por litigios con aquel Ejecutivo.
"Esperamos tener a partir de ahora una relación mucho mejor con el Gobierno mexicano", ha apuntado el directivo. "Podemos decir que ya casi estamos libre de cualquier problema regulatorio con el Gobierno de México(...), y éste es un elemento muy importante de este acuerdo".
A las 11.00 hora española, Iberdrola era la tercer empresa que más subía en el IBEX 35, casi un 2%, hasta los 11,6 euros por acción.
Según la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán, este acuerdo reafirma la estrategia del grupo y mantiene a México como un mercado principal, con un "mix" de generación más verde y con el foco puesto en clientes privados.
Iberdrola mantiene su presencia en México con 1.059 MW renovables, 1.166 MW ciclos combinados, 202 MW de cogeneración y una cartera renovable de 6 GW con mayor certidumbre.
La nueva Iberdrola México tendrá el foco puesto en renovables y clientes; cerca de 2.400 MW en funcionamiento en el país (más de 1 GW renovables); entorno a los 6.000 MW de cartera renovable para explorar nuevas oportunidades, y mantendrá la actividad comercial y el acceso a capacidad para garantizar el suministro a clientes privados mexicanos.
Además, se estima un ebitda de 365 millones de euros (400 millones de dólares) en el de 2023.
De la cartera objeto de transacción (12 ciclos combinados que suman 8.436 MW y 1 parque eólico de 103 MW), 4 activos que suman cerca de 1.400 MW están afectados por litigios con organismos reguladores, que se transferirán conjuntamente con los activos.
La compañía explica que la operación fortalece la rotación de capital hacia renovables, permite superar en más de un 90% los objetivos de rotación de activos y alianzas en 2023-2025 (más de 2 años antes de lo previsto), mantiene el compromiso con México, mejora los ratios financieros y acelera los objetivos de descarbonización para 2040.