Corregir un total de 7.532 apoyos de líneas eléctricas peligrosas para la avifauna en la Región de Murcia. Ese es el objetivo del convenio de protección de avifauna en el que colaboran la Consejería de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente y la compañía Iberdrola Distribución Eléctrica y que prevé una inversión total de 20 millones de euros hasta el año 2025.
El proyecto se va a desarrollar en dos fases, una primera, comprendida entre los años 2019 y 2021, en la que se adaptarán 2.121 apoyos considerados prioritarios y una segunda con una corrección adicional de 5.411 apoyos para el periodo 2022-2025.
Para este año 2019, el proyecto contempla la adecuación de casi un centenar de apoyos, que tienen prioridad alta de corrección, en los humedales protegidos incluidos en el plan de recuperación de la malvasía cabeciblanca, como las Lagunas de Campotéjar, en Molina de Segura; las Lagunas de la Rambla de las Salinas, en Alhama de Murcia; las Lagunas de las Moreras, en Mazarrón; las Lagunas del Cabezo Beaza, en Cartagena y el embalse de Santomera.
Además, se corregirán otros 87 apoyos en la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de Sierra del Molino, embalse del Quípar y Llanos del Cagitán.
El consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán, presentó este viernes el convenio de colaboración junto con el jefe de Zona de Iberdrola Distribución en Murcia, Álvaro Campos, y el delegado de la compañía en la Región, Patricio Valverde. Celdrán precisó que entre los años 2002 y 2017 “la Administración regional ha corregido ya casi 2.000 apoyos, de los que 356 estaban considerados como puntos negros por ser responsables de muertes de aves por electrocución”.
En estas actuaciones, y a través de distintos fondos europeos (LIFE y Feder) y de la colaboración con otros organismos públicos y privados, se han invertido más de 3,4 millones de euros.
Por otro lado, la Dirección General de Energía y Actividad Industrial y Minera ha identificado las líneas aéreas de alta tensión que se encuentran en las zonas protegidas, que suman un total de 1.530 kilómetros y en las que deberá priorizarse la aplicación de medidas de protección a la avifauna.
Durante el pasado año, el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle recibió un total de 2.840 animales, de los que 181 ingresaron como consecuencia de electrocuciones. De los registros de electrocuciones en aves en los últimos años se observa además que más del 80 por ciento de las aves electrocutadas son rapaces, algunas de ellas catalogadas como vulnerables o en situación especial como el águila real, el buitre leonado, el halcón peregrino, el águila perdicera o el búho real.
La electrocución, junto con la colisión en líneas eléctricas aéreas de alta tensión, está considerada como una de las principales amenazas para la conservación de la biodiversidad y la que afecta al mayor número de especies incluidas en los Catálogos de Especies Amenazadas.