Pedro Pablo Hernández, como presidente en funciones, pilota la nave de la Autoridad Portuaria con el mismo temple que se maneja en esta entrevista. Ahora -dice- es el momento de mirar hacia adelante y trabajar para que la actividad en el puerto siga su curso. Tras la incertidumbre del los primeros días -cuando dimitió Yolanda Muñoz- Hernández valora especialmente el papel que han desempeñado los trabajadores en esta travesía para que nada se quede en el tintero. El presidente ha recibido a Murcia Diario en su despacho para repasar algunos de los proyectos en marcha.
El Puerto de Cartagena ha arrancado el año con la misma dinámica ascendente que cerró 2022. De hecho, en enero ha movido 3,3 toneladas de mercancías. ¿Indica esto una proyección incluso superior a la del pasado año?
Lo que indican los datos de enero y también los de febrero es que ciertamente vamos en esa línea. Estamos en un crecimiento sensible, no tanto en graneles líquidos, pero si en sólidos como carbón, chatarra, cereal. Yo creo que la tendencia nos puede llevar a mejorar los números de 2022.
Uno de los retos más importantes que tiene por delante la Autoridad Portuaria es ejecutar el puerto de Barlomar ¿Cómo se encuentra actualmente este proyecto?
Actualmente estamos a la espera de que el ministerio de Transición Ecológica dé el visto bueno a las afectaciones medioambientales que lleva parejo Barlomar y que se les ha enviado para su evaluación.
¿Tienen previsiones de plazo para una respuesta del Ministerio? Tengo entendido que las obras podrían empezar en el horizonte del año 2026.
Nuestras previsiones es que no debe tardar mucho la respuesta. Desde luego, deberíamos contar con ello a lo largo de este año y de esa manera poder ajustarnos a los plazos previstos.
¿Esperan que la respuesta del Gobierno central sea positiva a la construcción de este muelle?
Nosotros entendemos que sí. Y se ha trabajado para ello. Probablemente nos puedan realizar alguna apreciación, pero desde el Puerto creemos que se han presentado una serie de compensaciones, más que generosas, para que la afectación del entorno sea mínima. La sostenibilidad aquí, en esta casa, es uno de los pilares estratégicos y en ese terreno estamos trabajando mucho. Y todo los proyectos que se plantean siempre se hacen pensando en ello.
Recordemos que Balormar tiene un presupuesto estimado de 822 millones (35% capital privado) y con una aportación de 291 millones del Puerto. Con Barlomar ¿el Puerto renuncia a El Gorguel?
No. El Gorguel sigue vivo; en esta casa no se ha metido en un cajón olvidándolo, recordemos que lo que necesita ese proyecto es lo de siempre, que el Gobierno de España lo califique como de Interés Estratégico Nacional para poder llevarlo a Bruselas.
Pero mientras tanto, ¿qué tiempo extra de vida le da el nuevo muelle Barlomar a la actividad del puerto de Cartagena?
Lo que sabemos es que multiplicamos por diez lo que estamos haciendo ahora. Nos posiciona de una manera más fuerte en el mapa del tráfico marítimo, no solamente en la continuidad de los contenedores, sino que nos permite avanzar en la industria offshore, de la que queremos ser referente en el Mediterráneo. En realidad, Barlomar es polivalente y eso va a generar nuevas oportunidades de crecimiento y negocio para el puerto de Cartagena.
-Otro de los aspectos en los que se trabaja intensamente en el puerto de Cartagena, junto al tráfico de mercancías, es su papel turístico con la llegada de cruceros. Las cifras son de récord, pero ¿me gustaría saber si desde la Autoridad Portuaria se ha renunciado a que Cartagena sea puerto Home?
Efectivamente, tras la pandemia estamos recuperando poco a poco la cifra de turistas y las escalas de buques. Este año vamos a rondar los 150 cruceros y en torno a los 180.000 pasajeros. Tenemos que seguir trabajando para recuperar las cifras prepandemia y luego, seguir trabajando para saber dónde tenemos el techo en este sector.
En cuanto a lo del Puerto Home, no se ha renunciado a ello, pero hay cosas que no dependen directamente del Puerto como son las infraestructuras para poder llegar a Cartagena de una manera razonable o el disponer de un mayor número de plazas hoteleras… El AVE está en la fase que está, ya tenemos el aeropuerto, que también debe seguir creciendo. Si el municipio y la comarca siguen creciendo, pues todo lo demás se entiende que se irá solucionando, pero estamos hablando de un periodo de tiempo a medio-largo plazo. El Puerto no puede hacer mucho más en este tema. Lo que sí hemos logrado ahora es tener una posición envidiable en el mundo de los cruceros a nivel internacional, a diferencia de otros puertos del Mediterráneo, Cartagena ha llegado a unas cotas admirables.
¿Hábleme del proyecto Plaza Mayor?
Como sabe el proyecto de Plaza Mayor está troceado en varias fases. La primera está prácticamente terminada y ocupa la ventana central del puerto. La denominada fase cuatro es la que abarca desde el quiosco conocido como ‘La Patatera’ hasta la terminal de cruceros, que ya se está trabajando sobre la zona. La fase cinco es la que afecta al entorno de la Casa del Mar, que tiene unas dificultades añadidas porque el terreno no es solo portuario; hay titularidad de otras administraciones y hay que definir cómo se actúa finalmente y de qué manera y en qué condiciones. Luego está la parte de Santa Lucía donde está proyectado abrir toda esa zona al público. Las obras están troceadas porque son inversiones muy fuertes y hay que realizarlas una tras otra. Lo que es más directo de salida de la ciudad al mar está terminada como la explanada de Héroes de Cavite, la zona Alviento, hasta el edificio de la antigua Cámara de Comercio. Y lo de Santa Lucía es lo siguiente que se debería de abordar. No se puede ir más rápido.
El proyecto del Espalmador es una idea muy interesante que une a Cartagena de faro a faro. El diseño, con un presupuesto de 23 millones de euros, está prácticamente terminado y ha quedado muy bien; ahora se abrirá un vial de tráfico para que los vehículos circulen con total normalidad, con mejor acceso –ahora ni siquiera los autobuses pueden tomar sus curvas-, además, se habilita una acera amplia para paseo y un carril bici. El proyecto está a punto de finalizar y enseguida empezarán las obras.
¿En qué situación se encuentra actualmente el puerto de Cartagena después de los últimos acontecimientos?
Lo que yo percibo es que a fecha de hoy se trabaja con normalidad. Es cierto que lo ocurrido fue como un shock, generó cierta incertidumbre, pero a fecha de hoy todo el mundo está trabajando con normalidad, los proyectos están reactivándose y siguen al día; la actividad portuaria y los servicios en ningún momento se han visto afectados y no percibo nada distinto, se ha hecho un esfuerzo por parte de todo el mundo y eso ha permitido en un corto periodo de tiempo coger el tono de la actividad portuaria.
Hemos hablado del nuevo 'balón de oxígeno' que supondrá Balormar para el puerto, de su transformación urbana, del turismo de cruceros... pero el puerto también sigue mejorando el trasiego de carga y descarga...
Es verdad que existe un trabajo, si cabe, más a la vista del ciudadano, pero el puerto no parar de mejorar sus servicios a las empresas que aquí trabajan, al igual que lo hacen las propias compañías. Estamos a punto de inaugurar la nueva terminal de GNL, que ha supuesto una inversión de 9 millones de euros. Esto va a permitir cargar y descargar dos buques a la vez y esa circunstancia no la pueden hacer ahora mismo muchos puertos. Esto nos referencia como un puerto gasero importante.
Tampoco podemos olvidar inversiones que se han hecho para mejorar el transporte y carga de animales vivos, que también somos referencia para otros puertos.
La llegada del ferrocarril a Escombreras que nos podrá conectar con el centro de España y con el Corredor Mediterráneo cuando esté terminado es un paso importantísimo para el puerto, de hecho ya hay empresas como Repsol que lo están utilizando.
Tampoco se ha cerrado la puerta a la apertura de nuevas líneas marítimas que favorezca el tráfico de mercancías de empresas, también de la Región. Los problemas del Gobierno de España con Argelia obligó a dejar en suspenso la que se abrió con Argel, pero continúan abierta la de Reino Unido. Y se están explorando otras opciones.