Renfe ya ha instalado el primer equipo de videovigilancia inteligente en la estación de Cartagena Bastarreche de la línea Cartagena-Los Nietos. Además, otras cuatro estaciones -La Unión, Llano del Beal, Los Nietos y Los Nietos Pescadería- están en proceso de ejecución de la instalación, que se prevé concluyan en el primer trimestre de 2024.
Es el primer paso para la completa digitalización de los sistemas de seguridad de 600 estaciones de Cercanías de toda España, un proyecto denominado ‘Renfe Smart Security Station’ (RS3) en cuya primera fase, que finalizará este 2024, se equiparán 415 instalaciones. Este proyecto se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea NextGenerationUE.
Para este año, Renfe tiene prevista la licitación de una segunda fase del proyecto RS3 para poner en funcionamiento 185 instalaciones más y que culminará a mediados de 2026. Este proyecto también estará financiado con fondos de la Unión Europea.
Este nuevo sistema recopila y procesa de forma anónima y automatizada miles de datos a través del sistema CCTV de cada estación y los integra en un cuadro de mando único. El objetivo es mejorar la seguridad y la experiencia del cliente, siempre desde el cumplimiento estricto de la normativa de protección de datos.
De momento, además de las 193 estaciones que ya han puesto en marcha el nuevo sistema en toda España, otras 73 estaciones están en proceso de ejecución de la instalación, que se prevé concluyan en el primer trimestre de 2024. Además, se ha hecho el replanteo de obra en 149 estaciones más que se ejecutarán antes de finalizar el año 2024.
Para implementar estas soluciones Renfe ha contratado a empresas punteras en tecnologías de analítica e inteligencia de imágenes, entre las que se encuentran Infinity Neural e Imotion Analytics (esta última es una de las ‘startups’ acelerada con nuestro programa de innovación TrenLab).
El proyecto ‘Renfe Smart Security Station’ (RS3), que cuenta con un presupuesto de 31,7 millones de euros y que ha sido financiado con fondos de la Unión Europea, comenzó a finales de 2021 y finalizará a mediados del año 2026.
Durante este tiempo se sustituirán más de 7.000 cámaras de seguridad analógicas por cámaras IP, que permitirán compartir la información recogida a través del sistema CCTV en un sistema de videoanalítica integrado.