El consejo de administración de Repsol se ha fijado un objetivo de cero emisiones netas en carbono para 2050 y en esa línea presentará en el primer semestre de 2020 su plan estratégico 2020-2025, en el que incrementa su capacidad de generación de electricidad baja en carbono en 3.000 megavatios (MW), hasta llegar en 2025 a los 7.500 MW.
La petrolera ha informado este lunes de que la asunción de un nuevo escenario de precios de crudo y gas acorde con los objetivos climáticos del Acuerdo de París le llevará a corregir el valor contable de algunos activos del grupo, con un impacto de unos 4.800 millones de euros después de impuestos, lo que reducirá el resultado del ejercicio de 2019, aunque no afectará ni a la generación de caja ni a la retribución a los accionistas.
Repsol se convierte así en la primera compañía del sector de hidrocarburos que se fija el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2050 y para ello ha planteado nuevos objetivos de reducción de su indicador de intensidad de carbono respecto a 2016, que pasará del 10 % en 2025 al 20 % en 2030 y al 40 % en 2040