El Servicio Murciano de Salud es la entidad designada por el Ministerio para desarrollar en la Región y en otras comunidades autónomas españolas participantes las dos buenas prácticas seleccionadas por Europa. La gerencia de Salud Mental del SMS es la responsable de liderar y coordinar a las entidades participantes en el diseño de iniciativas que permitan desarrollar acciones de prevención de suicidio y de coordinación sociosanitaria en esta materia. Además, colaboran con el SMS en este proyecto la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, y la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias de la Región de Murcia (FFIS). Las entidades españolas que, lideradas por el SMS, participan en esta acción conjunta son el Servicio Andaluz de Salud, el Servicio Catalán de Salud, el Servicio Madrileño de Salud, el Servicio Navarro de Salud y el Servicio Vasco de Salud, así como la Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud. Además, junto con las entidades españolas participan otras 20 entidades del ámbito sanitario de nivel estatal o regional de distintos países.
El proyecto tiene una duración de 36 meses (del 1 Octubre 2021 al 30 Septiembre de 2024) y cuenta un presupuesto total de 6.748.030 €, de los que el 80% están financiados por la Unión Europea a través de su Programa Unión Europea de la Salud.
Este proyecto se enmarca dentro del 3er Programa de Salud (2014-2020) Joint Action, un programa que responde a la necesidad de acompañar a los estados miembros en sus esfuerzos por mejorar la salud de los ciudadanos y de garantizar la sostenibilidad de los sistemas de salud, lo que se inscribe dentro de la Estrategia Europa 2020. Los objetivos que persigue el proyecto son mejorar y promover la salud mental, apoyar enfoques de salud mental integrados y centrados en el ciudadano e implementar dos buenas prácticas identificadas por Europa, la “Reforma de la salud mental en Bélgica” y la buena práctica austriaca sobre prevención del suicidio, denominada “SUPRA”.
Los problemas de salud mental están vinculados a factores sociales y económicos como la pobreza, y se ven incrementados por las desigualdades sociales y de salud. En muchas ocasiones aparecen asociados a otras enfermedades no transmisibles, como por ejemplo la diabetes tipo 2.