“Europa está preparada para liderar la descarbonización y con ella la recuperación económica. Tenemos un gran respaldo de la sociedad y el liderazgo político necesario gracias al Green Deal”. Así ha manifestado el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, su confianza en el papel protagonista que el continente debe jugar en la transición energética.
Este liderazgo será posible siempre que se actúe con urgencia para poder aprovechar la tecnología y los recursos con los que ya cuenta el continente, a los que se sumará el programa Next Generation EU que, a juicio de Ignacio Galán, “será crucial para acelerar la transición e incentivar la inversión privada”.
Esta intervención ha tenido lugar en el debate 'Can the EU Green Deal empower Business and consumer change?', organizado por la European Round Table for the Industry, organización en la que están representadas las principales empresas europeas, que dan empleo a 5 millones de personas de forma directa e invierten anualmente 60.000 millones de euros en investigación y desarrollo.
En este encuentro, en el que ha participado el vicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans, el presidente de Iberdrola ha plasmado, en primer lugar, la situación actual del sector energético en el continente: “Las renovables son ya la fuente de energía más competitiva y permiten reducir los costes para la industria y los consumidores, al tiempo que el sistema eléctrico es y seguirá siendo fiable”.
Para ello, ha recordado, será necesario seguir implementando redes inteligentes y almacenamiento eficiente, que permitirán una correcta integración de las renovables en el sistema, además de permitir al consumidor ser parte activa del proceso.
En este sentido, Galán ha recordado que las empresas como Iberdrola están preparadas para invertir, pero también ha afirmado que las Administraciones deben poner su parte para evitar perder oportunidades: “Es necesario establecer marcos atractivos, acelerar los procesos de obtención de permisos, reformar el sistema fiscal para dar más competitividad a las renovables y promover las interconexiones dentro de la Unión Europea”.
El presidente de Iberdrola ha subrayado que la contribución conjunta de los sectores público y privado permitirá una reactivación más rápida de la economía, reconvirtiendo sectores y generando empleo de calidad, al tiempo que la industria europea gana en competitividad.
“Una transición a tiempo es posible si ponemos en marcha políticas centradas en áreas de crecimiento de gran impacto, que promuevan la neutralidad climática y permitan una recuperación más rápida, como por ejemplo proyectos de eficiencia energética, las energías renovables, la producción de hidrógeno verde, el almacenamiento y la movilidad sostenible, así como las infraestructuras, capacidades y empresas que los respaldan”, ha apuntado.
Dentro de las oportunidades para la reindustrialización derivadas de la transición energética, Ignacio Galán ha destacado el caso del hidrógeno verde: “Necesitamos electrolizadores más potentes y si queremos que se fabriquen en Europa, creando empleos en nuestros territorios, tenemos que movernos rápido”. “El momento es ahora”, ha concluido.
75.000 M€ DE INVERSIÓN A 2025 Y PARTICIPACIÓN EN EL NEXT GENERATION EU. Iberdrola desarrolla un plan de negocio que prevé inversiones de 75.000 millones de euros hasta 2025, con el objetivo de duplicar su capacidad renovable y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo.
Adicionalmente, la compañía ha presentado al programa Next Generation EU un total de 150 proyectos con una inversión de 21.000 millones, que van a permitir la transformación industrial de España, orientada hacia la sostenibilidad, las energías limpias y asequibles y el empleo.
Los proyectos involucrarían a cientos de pequeñas y medianas empresas y tendrían impacto en la competitividad del tejido industrial español, la recuperación en verde a corto plazo y, a medio y largo plazo, la transformación del país orientándolo hacia sectores de futuro.
Los proyectos permitirían generar 45.000 puestos de trabajo/año, un crecimiento económico de más del 1,5% del PIB, la mejora de la competitividad y de la balanza de pagos -entre 500 y 1.000 millones de euros/año- y la contribución al reto demográfico, ya que se incluyen más de 7.000 millones euros en entornos rurales.