lunes. 02.12.2024

Hasta nueve veces usó la palabra ‘alma’ la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, en su discurso del Estado de la Unión; un término que le sirvió para resumir la lucha unida de la Unión Europea en diferentes frentes contra el coronavirus y el cambio climático y para advertir que la pandemia traerá aún muchos retos en el curso que comienza.

 

En algo más de una hora de discurso en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, la presidenta recordó que en menos de un año se ha pasado de no saber si alguna vez habría una vacuna efectiva contra el coronavirus a que Europa haya logrado distribuir 700 millones de dosis entre su población y exportar 700 millones más a terceros países, si bien también advirtió contra la complacencia.

 

Para Von der Leyen, las bajísimas tasas de inmunización en los países de renta baja, donde se han administrado solo un 1% de las vacunas globales, son “uno de los grandes problemas geopolíticos de nuestro tiempo”; anunció que Bruselas donará antes de mitad del año próximo 200 millones de dosis adicionales, que se suman a los 250 millones ya comprometidos antes de final de 2021.

 

También se refirió preocupada a las divergentes tasas de vacunación en la Unión Europea y advirtió ante la posibilidad de encontrarse ante “una pandemia de los no vacunados”, y puso cifras a la nueva agencia antipandemias de la UE, la llamada Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias, a la que Bruselas aportará 1.000 M€ anuales y también contribuirán financieramente los Estados miembros.

 

Von der Leyen anunció la celebración de una cumbre europea sobre Defensa en la primera mitad de 2022, bajo la presidencia francesa del Consejo, e instó a una reflexión interna sobre qué ha fallado hasta ahora para que las amplias capacidades de la UE en esta área nunca se hayan usado, algo que achacó a una falta de voluntad política.

 

En el capítulo económico y de empleo, Von der Leyen pidió un acuerdo antes de 2023 sobre la revisión de las reglas fiscales europeas, congeladas por primera vez en la primavera de 2020 para permitir el gasto público necesario para responder a la pandemia y que no se reactivarán hasta al menos finales de 2022.

 

También explicó sus planes para proponer una ley europea de chips que permita a la UE reducir su dependencia de Asia en la producción de estos componentes y para lanzar un programa que permita a las personas que ni estudian ni trabajan que puedan trabajar temporalmente en otro país de la Unión Europea. En el área fiscal, la alemana incidió en la necesidad de que las grandes empresas paguen los impuestos que les corresponden por una cuestión “no solo de finanzas públicas sino de justicia básica” y anunció una iniciativa contra quienes ocultan sus beneficios en empresas fantasma, sin dar mayores detalles.

 

En clima, tras haber presentado en julio su hoja de ruta legislativa hacia la reducción de emisiones contaminantes en un 55% para 2030, se refirió especialmente a la necesidad de una mayor financiación climática para adaptación y mitigación y, tras un aviso a los gigantes globales que no están cumpliendo con sus compromisos, como EE.UU., dijo que la UE “está dispuesta a hacer más” y se comprometió a aportar 4.000 M€ adicionales.

 

Von der Leyen concluyó apelando al carácter más emocional de este tipo de discursos, presentando ante el pleno a la medallista paralímpica italiana Beatrice Vio, campeona de esgrima en silla de ruedas tras perder ambas piernas desde la rodilla y ambos brazos desde el antebrazo por una meningitis severa a los once años.

 

“Su historia es la de levantarse contra todo pronóstico. De triunfar gracias al talento, la tenacidad y una positividad implacable. Es la imagen de su generación: una líder y una defensora de las causas en las que cree. Este fue el espíritu de los fundadores de Europa y este es el espíritu de la próxima generación de Europa”, concluyó la presidenta.

Von der Leyen presume de gestión de la pandemia buscando “el alma” de la UE