José Moreno, empresario cartagenero, emprendedor y profesional de la Inteligencia Artificial es la voz de un grupo de personas que lideran la construcción de la planta desaladora del mundo. Se levantaría en el Campo de Cartagena, más concretamente en el Valle de Escombreras y tendría un coste aproximado de 2.200 millones de euros, según ha sabido Murcia Diario.
La plana necesita de una superficie cercana a las 27 hectáreas y con capacidad para desalar unos 600 hm³/año para un total de 400 hectómetros cúbicos, que es el déficit calculado de la Cuenca.
El proyecto ya ha dado sus primeros pasos y está a la espera del primer informe medioambiental que debe responder el ministerio de Transición Ecológica. Además de la desaladora, el proyecto es viable acompañado de una planta fotovoltaica que produciría la energía suficiente para todo el proceso y un acueducto que llevaría el agua desalada de estas instalaciones hasta el Pantano del Cenajo. Después, los canales del trasvase serían los encargados de llevar el agua a los agricultores.
La planta fotovoltaica necesita 5.300 hectáreas de terreno en una sola ubicación o bien distribuir por el área geográfica varias plantas, ya que debe producir, ya que la potencia necesaria para la producción de agua desde esta planta, se estima en unos 2.700 MW anuales.
La idea nació hace año y medio para cubrir el déficit hídrico de la cuenca del Segura, aportando agua dulce de calidad para toda la región y parte de provincias limítrofes como Alicante.
En el proyecto ya se han interesado entidades financieras, empresas participadas y fondos de capital para hacer frente a la financiación de este complejo proyecto.
También ha sido presentado a la Administración regional y a decenas de empresas, así como a formaciones políticas. Sus impulsores defienden que es una solución limpia para cubrir el déficit hídrico de la cuenca, y aportar soluciones también a la contaminación del Mar Menor, ya que la llegada del agua evitaría que los agricultores siguieran sobreexplotando los acuíferos, al mismo tiempo que dejaría de verter nitratos.
Según ha explicado Moreno en Onda Regional, en febrero del próximo año, si los trámites y permisos siguen adelante, podrían empezar la obra de ingeniería. Para poder empezar a sacar agua habría que esperar 4 años y 6 para que el complejo estuviera cien por cien operativo.
También ha explicado en el programa 'Campo y vida' que el precio del agua (dependiendo de la planta fotovoltaica -esencia del proyecto-) es de 29 céntimos el metro cúbico puesta ya en el Cenajo y que este precio se elevaría a los 93 céntimos sin la planta fotovoltaica.
Para el uso del agua los agricultores y la sociedad explotadora de la desaladora firmarían un compromiso por 25 años respetando ese coste de 59 céntimos.