El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, presentó el nuevo Plan Estratégico de la Región de Murcia 2022-2027 “para la reactivación definitiva de nuestro modelo productivo”, que establece una inversión de 4.430 millones de euros en un total de 370 acciones, y que “dibuja la meta a la que queremos llegar en los próximos años”. El Plan, fruto del análisis con entidades y expertos de ámbitos empresariales, académicos, sociales, sindicales e institucionales, busca aunar el desarrollo económico de la Región con el bienestar social de los ciudadanos, desde la prioridad de potenciar los servicios sanitarios y la educación.
En lo referente al blindaje del Estado del bienestar social, las bases del Plan son las de robustecer el sistema de salud, principalmente en atención primaria y salud mental, “para adaptarlo a las nuevas necesidades de la población”, resaltó López Miras. “Prosperidad y progreso no valen para nada si no somos capaces de proteger a los que más nos necesitan”, agregó el presidente, quien avanzó que también se otorgará mayor protagonismo al papel de la educación en la estructura productiva, ya que “cualificación y talento deben estar al servicio de la economía del conocimiento”.
De cara a conseguir un modelo productivo más competitivo “y que genere más empleo cualificado”, los sectores energético, químico y marítimo “ejercerán un indudable efecto tractor”, señaló el presidente, “y deben ser protagonistas en tendencias emergentes como la economía azul o las renovables”. Otra de las palancas será “la creación de productos turísticos más complejos y avanzados, que tengan una mayor capacidad de generar valor añadido”, afirmó López Miras.
Para avanzar en ese desarrollo económico, también se potenciarán otros sectores de referencia para la Región, como el agroalimentario o la logística. Precisamente en el ámbito logístico, uno de los objetivos principales es reforzar la integración en el arco mediterráneo “para una mayor interrelación comercial y tecnológica con esas regiones de Europa”, avanzó López Miras.
En cuanto al ámbito medioambiental, se busca un “alto nivel de sostenibilidad, que preserve y proteja los ecosistemas litorales, agrarios y forestales”, agregó el jefe del Ejecutivo regional. En este sentido, “la preservación y la recuperación del Mar Menor ocupa un lugar destacado en el Plan, con medidas a corto, medio y largo plazo”, señaló.
“Si se nos da una financiación igual a la del resto de comunidades, si se invierte en nuestra Región lo que nos corresponde, si se agilizan las infraestructuras que son imprescindibles y que llevan tanto tiempo pendientes, si en materia hídrica se respeta la redistribución de los recursos naturales, y si, en definitiva, se escucha la voz y las necesidades de esta tierra, nada podrá parar a la Región de Murcia”, subrayó el presidente.
López Miras también puso en valor que “somos la comunidad autónoma más joven de España” y una tierra “emprendedora, valiente, dinámica y solidaria” que tiene “un gran futuro por delante, y este Plan Estratégico 2022-2027 nos ayudará a hacerlo realidad”.
Los diez objetivos recogidos en el Plan son la mejora de la competitividad a través de la innovación, con una inversión de 590 millones de euros; profundizar en la internacionalización de la economía, con 290; o completar las conexiones exteriores y mejorar la conectividad logística competitiva, con 320 millones. Esta última línea hace incidencia en la ZAL de Cartagena y la Ciudad Agroalimentaria de Murcia, así como en las relaciones intermodales con el Aeropuerto y el Puerto de Cartagena, donde el proyecto Barlomar pretende convertir a Cartagena en el principal ‘hub logístico’ intermodal del Mediterráneo.
Otros objetivos estratégicos son la optimización del sistema de agua y energía, con 180 millones de euros; promover un modelo turístico capaz de generar productos más complejos y avanzados, y que tengan una mayor capacidad de generar valor añadido, con una inversión de 120 millones; integrar los procesos productivos y de bienestar, con 320 millones; la protección y regeneración del Mar Menor, con 170 millones; o avanzar en la gobernanza pública, con 310.
Una gran parte de la inversión recae en dos objetivos estratégicos, con 1.250 millones para adaptar el sistema de salud y cuidado de las personas a las nuevas necesidades de la población, haciendo especial incidencia en la atención primaria y en la mental; o los 880 millones para el incremento de la capacidad del sistema de educación-formación, buscando que éste se adapte más a las necesidades productivas.
El Plan, alineado con los programas operativos de la Unión Europea, está diseñado como un documento actualizable, flexible y con capacidad de adaptación a las situaciones sobrevenidas. Por ese motivo, sus contenidos están concretados en períodos trienales que serán revisados anualmente. A partir de ahí, se establecen una serie de indicadores de resultados, contexto e impacto que permitirán realizar un seguimiento, control y adecuación del Plan.