La aplicación de la innovación y las tecnologías de la información y las comunicaciones al cultivo del arroz de Calasparra conoce una nueva temporada desde que a finales del pasado mes de abril comenzaran los trabajos para desarrollar las experiencias que lleva a cabo el Grupo Operativo ArrozInnova en sus parcelas.
Así, tras la siembra en el semillero las bandejas de planta necesarias de arroz bomba, es ahora trasplantado a los campos “con el fin de seguir innovando y aprendiendo nuevas técnicas de cultivo”, según explicó el consejero, Antonio Luengo, con ocasión de la visita que realizó a la plantación, en las proximidades del río Segura.
El consejero indicó que la siembra debe alcanzar una superficie similar a la de los últimos años, unas 500 hectáreas, lo que representará una producción de entre 2,5 y 3 millones de kilos de las variedades balilla x sollana y bomba, tanto en cultivo convencional como ecológico.
Respecto al Grupo Operativo ArrozInnova, en esta campaña de 2023 con la dirección técnica del IMIDA, se van a sembrar tres parcelas experimentales en diferentes zonas del coto arrocero, “con el propósito de realizar algunos ajustes respecto a las pruebas del año 2022 y avanzar en el propósito de mejorar rendimientos, ahorrar fertilizantes y crecer en la sostenibilidad del cultivo”, subrayó el consejero.
A la vez, se sigue trabajando en la digitalización del coto, que se va a poner en marcha en pruebas en esta campaña, y están en marcha las últimas pruebas de reutilización de la paja del arroz tras la cosecha.
Como novedad, el IMIDA ha instalado una nueva estación meteorológica en Salmerón, municipio de Moratalla, dentro del coto arrocero, cubriendo así una las pocas zonas de la Región de Murcia donde no había estación meteorológica. La estación va a facilitar el seguimiento del cultivo del arroz “a la vez que permitirá adelantarse, estudiando las condiciones meteorológicas, en la lucha de plagas y enfermedades como el hongo de la ‘Pyricularia Orizae’, que es el principal problema de este cultivo”, precisó Luengo.
El consejero puso de relieve que el objetivo de la aplicación de las innovaciones agroecológicas y las nuevas tecnologías en el cultivo del arroz bomba “tiene tres vertientes fundamentales: la mejora de la calidad, la rentabilidad y la sostenibilidad”.
Antonio Luengo recordó que el trabajo de innovación que se viene impulsando desde la creación del ArrozInnova “pretende aumentar la productividad en al menos un 25% y reducir el uso de fertilizantes en hasta un 50%”, y destacó que acciones como la prueba del trasplante mecánico para la mejora del rendimiento, la reducción del encamado y el cultivo de ciclos más cortos de arroz.
Junto a ello, el IMIDA, organismo dependiente de la Comunidad Autónoma, trabaja en la optimización del abonado o la incorporación de técnicas innovadoras en el manejo integrado de plagas y la gestión agronómica del cultivo.
El grupo ArrozInnova lo forman el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calasparra, la Cooperativa del Campo Virgen de La Esperanza, la Finca Pomabel y María Dolores Guirao Ródenas, y en él trabajan el Imida y el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva.