lunes. 25.11.2024

La Región ha votado diálogo

Discurso íntegro del presidente Fernando López Miras en la Asamblea Regional en la sesión de investidura el 1 de julio de 2019

En esta Cámara, en ustedes, está reflejado el sentir de cuantos ciudadanos forman nuestra Región, de aquellos que han depositado en todos nosotros su confianza. La composición de este Parlamento es el resultado de la voluntad de cada uno de los murcianos expresada en las urnas el pasado veintiséis de mayo, y esa voluntad se ha traducido en la presencia histórica de cinco formaciones políticas, lo que aportará más pluralidad a cuantas decisiones emanen de esta institución.

 

La Región de Murcia ha votado diálogo. La Región de Murcia nos ha lanzado un claro mensaje de humildad que nos obliga a entendernos. Sin complejos y sin prejuicios. Sin vetos. Ahora más que nunca, la sociedad murciana nos reclama la capacidad de llegar a acuerdos, de aunar proyectos, de concitar consensos.

 

Tenemos la obligación de alcanzar acuerdos basados en la generosidad, en la capacidad de anteponer siempre el interés público al de cada partido. La Región de Murcia debe estar siempre por encima del interés particular de una formación política; el interés de todos los murcianos debe primar siempre sobre la estrategia política.

 

Señorías, hace apenas unas semanas daba comienzo la décima legislatura de la Región de Murcia y, cuando concluya, nuestra Comunidad habrá disfrutado de cuatro décadas de autogobierno y de libertad. Y a lo largo de ese tiempo cada uno de los diputados que han formado esta Cámara han tenido una única misión: hacer avanzar y progresar a la Región de Murcia. Ese es nuestro mandato, eso es lo que desean los ciudadanos y a lo que tienen derecho.

 

Nuestra Región es en la actualidad muy diferente a aquella que se abría a España en 1983, y es diferente porque hemos superado grandes obstáculos y alcanzado evidentes retos. Ahora se abren ante nosotros nuevos desafíos. Es por esa razón que presento mi candidatura a la presidencia de la Región de Murcia siendo plenamente consciente del reto colectivo que se nos plantea a toda la sociedad murciana, con un único objetivo: que los murcianos perciban que la Región de 2023 es más próspera y más acogedora que la de 2019.

 

Me presento, en primer lugar, con el aval que supone la voluntad de los murcianos que, una vez más, han otorgado su confianza, de manera mayoritaria, a las fuerzas liberales y reformistas. Me presento con la convicción de que el proyecto de Región que pretendo desarrollar es el proyecto que requiere nuestra Comunidad para avanzar en todos los ámbitos. Considero que nuestra propuesta es la única posibilidad real de que la Región de Murcia pueda disfrutar de un Gobierno moderado, de continuar la tarea emprendida, de fomentar la actividad económica, animar la inversión, crear empleo y extender dentro y fuera el clima de confianza política y económica que necesitamos.

 

Por mi parte, me propongo ser, si la Cámara me otorga su confianza, el presidente de todos: de quienes dieron su confianza a mi formación política y de quienes optaron por cualquiera otra; este es un proyecto de todos y para todos. El acuerdo que mi formación política, el Partido Popular, ha alcanzado con Ciudadanos no cuenta con la mayoría absoluta de esta Cámara. Por eso, apelo a Vox, partido con el que, con plena transparencia, me gustaría comprometerme oficial y públicamente para desarrollar, durante esta legislatura, aquellas políticas comunes que demandan.

 

Estoy convencido que este compromiso es perfectamente compatible con el acuerdo alcanzado previamente con Ciudadanos. Con un solo límite: la garantía de que no se recortarán libertades individuales, la garantía de la ley y de la constitución. Bajo esa premisa, todo diálogo es posible. Y sé que en esto, coincido con Vox. Más si cabe si es para bajar impuestos, reforzar la libertad y autonomía de los padres frente a los asuntos que concierten a sus hijos, incluso abordando la revisión objetiva y jurídica de preceptos legales cuya constitucionalidad deba ser ratificada. Ninguno de nuestros votantes entendería la falta de acuerdo y que no frenásemos un gobierno de izquierdas.

 

Pero no serán los únicos pactos. Mi mano siempre estará tendida y mis oídos atentos a toda propuesta. Quiero que todos los murcianos, de cada uno de los cuarenta y cinco municipios, se sientan parte fundamental de este proyecto colectivo. Estoy dispuesto a afrontar el reto, convencido de que no existe honor que se iguale al de trabajar por hacer más grande la Región de Murcia. Para lograrlo tendremos todos que negociar y debatir, habrá que acercar posturas a cada instante, serán indispensables los acuerdos y el hallazgo de puntos de encuentro entre todos si queremos alcanzar la meta que nos proponen e imponen los murcianos.

 

Sin embargo, lo importante no es el pacto en sí, quién pacta o quién se sienta aquí o allí. Es el momento de dejar de hablar de nosotros. Ya está bien de hablar de los políticos, de los partidos y de las elecciones. Es tiempo de hablar de las personas, de poner en el centro a la gente, que es, al fin y al cabo, quien nos ha elegido para estar aquí y para hacer cosas que mejoren su vida. Hoy les pido su voto para iniciar una legislatura estable, una legislatura para pensar en las personas y en cómo mejorar las condiciones de vida de las personas. Quiero que todos trabajemos por la igualdad.

 

Señorías, hace dos años asumí la responsabilidad de presidir el Gobierno de la Región de Murcia. Se trataba de consolidar la recuperación económica tras superar una de las crisis más graves que habíamos padecido, de hacerlo llevando la recuperación a todas las personas, especialmente a aquellas que más habían padecido los estragos de la recesión.

 

Los murcianos han realizado, durante los últimos años, un trabajo extraordinario para superar las dificultades económicas. Han protagonizado una historia de éxito que hoy, una vez más, les reconozco. Es cierto que aún queda mucho por hacer, pero no lo es menos que se han dado pasos fundamentales en la dirección correcta. En primer lugar, en la creación de empleo, esencial para que cualquier otro objetivo pueda llegar a cumplirse.

 

La Región de Murcia se encuentra actualmente a la cabeza nacional en creación de empleo. Ochenta murcianos consiguen cada día un empleo en la Región. Y no solo eso: seis de cada diez personas que encuentran trabajo en nuestra comunidad son mujeres, siete de cada diez trabajadores disponen de un contrato indefinido, la Región de Murcia llegó el pasado mes de mayo a su máximo histórico de afiliados a la Seguridad Social con más de 600.000 personas que ya cuentan con un empleo. Hoy podemos decir bien alto que ya trabajan en la Región de Murcia más personas que antes de la crisis.Y estos no son solo fríos números: detrás de cada uno de ellos hay personas, nombres y apellidos; familias que salen adelante.

 

Sin embargo, no crean que estos datos me ciegan, señorías. Ni está todo hecho, ni hemos alcanzado los objetivos. Sé perfectamente que aún hay muchas personas, muchas familias, que no se han recuperado tras la crisis económica. También sé que la crisis en la Región de Murcia, como en España, como en Europa, ha agrandado las diferencias. Soy consciente de que hoy existe una situación que no ocurría desde hace décadas: que hay murcianos que trabajan 8 horas diarias y, aun así, no resulta suficiente para mantener a su familia, para independizarse o siquiera para encender la calefacción en invierno.

 

Por eso, les decía hace unos minutos que este Gobierno, si nos dan su confianza, trabajará en la igualdad. ¿En qué clase de igualdad? En la más importante, a mi juicio: La igualdad de oportunidades para todos. Igualdad en salarios que sean dignos, en el acceso a la Educación y a la Sanidad, en la exigencia de derechos y en el cumplimiento de deberes. Igualdad en todos los aspectos de nuestras vidas. Igualdad y Libertad.

 

Y, para ello, ya les anuncio que nos sentaremos de inmediato con empresarios y sindicatos, con todos los agentes sociales para tratar de alcanzar un gran Pacto por la Igualdad Social con medidas concretas y que disponga del dinero público necesario. No será un plan para 2030, es un plan para 2020. Hay familias que no pueden esperar más. Si queremos revitalizar el Estado del Bienestar debemos sentarnos con quienes lo construyen cada día. Y tendremos que poner sobre la mesa una premisa en la que coincidiremos: si la principal causa de la pobreza es el paro, la creación de empleo resulta esencial para que cualquier otro objetivo llegue a cumplirse.

 

¿Qué tipo de empleo les propongo crear y proteger durante los próximos cuatro años? No resulta complicado definirlo: Empleo de calidad, estable, con unas retribuciones que sean capaces de reflejar, mediante su incremento, esa recuperación de la que les hablo. Empleo para jóvenes que acceden por primera vez al mercado laboral, empleo en condiciones de absoluta igualdad entre hombres y mujeres, tanto en salarios como en responsabilidades, sin que quepa ni el más mínimo resquicio machista en las relaciones laborales, que deben estar siempre presididas por el respeto mutuo. Empleo que sea capaz de reflejar las exigencias de los trabajadores de distintos sectores, de la economía social, de la empresa familiar, de los autónomos. Conciliador con la vida personal y con las nuevas demandas que plantea la sociedad.

 

Mi compromiso, como estoy seguro que el de todos ustedes, es el de seguir avanzando por esta senda. Pero no con ideologías ni aspiraciones más o menos ilusionadas, lo haremos con medidas concretas. Por eso vamos a simplificar al mínimo los trámites para la creación de una empresa, por eso será posible abrir una empresa en la Región de Murcia en menos de una semana y por vía telemática. Por eso, vamos a ampliar a tres años la cuota cero para autónomos y crearemos una cuota reducida para los nuevos emprendedores con menos ingresos.

 

Nuestras empresas, señorías, han dado sobradas muestras de su capacidad innovadora, de su vocación por tecnificarse e internacionalizarse. Un tercio de la riqueza regional procede de las ventas al exterior. La Región lleva ya tiempo viviendo ese cambio, esa transformación, aunque este tipo de fenómenos solo se hacen claramente visibles en el medio plazo. Nuestro PIB ha crecido, somos la tercera comunidad de España, tras Madrid y Baleares, donde más ha crecido desde 2010, y otros sectores componen ahora un modelo de crecimiento más diversificado y más sostenible.

 

Nuestras perspectivas son más que positivas. El informe de BBVA, de la pasada semana, indica que en la Región se crearán miles de puestos de trabajo en los próximos dos años, incluso por encima de las previsiones que nos marcábamos en la Estrategia por el Empleo de Calidad que firmamos junto a CROEM y sindicatos.

 

Continuaremos creciendo a buen ritmo y sostendremos nuestra economía sobre el sector industrial, las exportaciones agrarias y la inversión. También sobre el Turismo, motor indudable de nuestro desarrollo. Sin temores, con seguridad, afrontando los reveses que nos aguarden, sean los que sean. Porque nos hemos preparado para ello, como nos hemos preparado para el Brexit, cuya sombra se cierne sobre nuestro futuro pero no conseguirá oscurecerlo.

 

Creo que elegimos el camino correcto. Facilitar el tránsito hacia un modelo basado en la diversificación, en la exportación, en el turismo, en los sectores de mayor valor añadido y en un sector servicios a la altura de las necesidades de una sociedad del siglo XXI. La economía colaborativa y circular suponen también una nueva manera de concebir el modelo empresarial y en los próximos años veremos este modelo consolidarse y crecer.

 

Presidente, señorías, con el objetivo de acabar con la brecha económica a través de las reformas necesarias y de mejorar la vida de los murcianos, mi formación política ha redactado, junto a Ciudadanos, un programa de consenso con medidas en materia de regeneración y de impulso económico. Un programa que no es el fin en sí mismo, sino el principio de una nueva etapa. 72 medidas que se desplegarán en muchas otras acciones de Gobierno para encarar los retos que nos plantean los próximos años para generar no sólo oportunidades, sino más libertad e ilusión y esperanza para los que viven en esta Región. Objetivos que también perseguirá el compromiso que tengo la voluntad de firmar con Vox.

 

Señorías, les hablaba de igualdad de oportunidades. Sobre todo, en la Educación. La educación tiene un papel fundamental.

 

El porvenir de la Región de Murcia se forja cada día en las aulas de nuestros colegios e institutos, de nuestros conservatorios, de nuestras escuelas de idiomas, y de las universidades, que van a poder seguir contando con este Gobierno para avanzar en los retos que tienen por delante. Trabajaremos sin descanso por mejorar las tasas de abandono escolar temprano que padecemos.

 

Hemos avanzado mucho en los últimos años, reduciéndolas en 20 puntos porcentuales, pero deben igualarse a la media nacional en el plazo más breve posible. Por ello, vamos a potenciar el programa de refuerzo educativo que garantice el éxito escolar. Vamos a invertir en nuestros centros con un Plan de renovación de las infraestructuras educativas que permita a nuestros colegios e institutos ofrecer más y mejores servicios. Y vamos a ofrecer alternativas. Fundamentalmente con la FP, que es en los países de Europa de referencia, la opción mayoritaria de los alumnos.

 

Para ello, vamos a llevar a cabo un proceso de permanente armonización entre la oferta de ciclos formativos y las necesidades de las empresas de nuestras comarcas. La FP Dual, por citarles un ejemplo, supone un paso decidido en el acercamiento del centro educativo y el centro de trabajo; esta modalidad genera una simbiosis perfecta entre la empresa y el aula.

 

Pero los tiempos, en mi opinión, nos obligan a poner también el foco en aquellos sectores que presentarán intensas demandas de trabajadores en los próximos años: robótica, Big Data, ciberseguridad o márketing digital. Microsoft asegura que el 65% de los niños de hoy trabajarán en empleos que aún no existen. Debemos, por tanto, adaptarnos a la nueva revolución industrial, apostar por materias STEM y por una administración electrónica eficiente. No son retos baladíes, son retos de los que depende nuestro futuro y el de quienes nos sucedan.

 

La educación será uno de los ámbitos en los que con más énfasis apelaré al consenso. Tiendo desde aquí mi mano al Gobierno de España para que, entre todos, alcancemos un pacto educativo que dé estabilidad al sistema y permita mejorar su calidad. Las comunidades autónomas son las responsables de las políticas educativas y no deben acometerse modificaciones de envergadura sin contar con ellas.

 

Nuestro modelo se basa en el consenso, la libertad de las familias, el fomento de la cultura del esfuerzo, la mejora de las condiciones laborales de los docentes, la inclusión y la autonomía de los centros. Este es el modelo que incrementa la calidad y la equidad del sistema educativo. También aquí hemos encontrado una simbiosis perfecta con Ciudadanos: ambos creemos en la libertad de los padres y madres para elegir el modelo educativo de sus hijos y también el centro. Sé que coincidimos también en este punto con Vox.

 

Y no solo la educación debería tratarse como asunto de Estado. Hay diversos puntos en los que me gustaría que todos los integrantes de esta Cámara fuéramos de la mano, cuestiones que trascienden las ideologías: la violencia contra las mujeres, los ancianos y los niños, la financiación, el agua o el medioambiente, por citar solo unas pocas. Es un eufemismo hablar de Estado de Bienestar cuando hay hogares que son un infierno por los malos tratos físicos o psicológicos, mujeres que no se sienten seguras paseando por la calle o en sus lugares de trabajo, niños que son maltratados o ancianos que sufren abusos. Hemos hecho mucho en este sentido, pero tenemos mucho más que hacer.

 

Desde concienciar a la sociedad para que no suceda, educar a nuestros menores en el respeto a los demás y en el valor de la igualdad, instar que se denuncie cuando se conocen estos abusos y, finalmente, tener mecanismos de protección de las víctimas y de castigo a los violentos. Por desgracia, la lacra de la violencia aplasta la libertad de tantas y tantas mujeres. En muchos casos, con un trágico desenlace. Ellas no pudieron elegir, pero nosotros sí podemos y no me cabe la menor duda de que, entre todos, conseguiremos erradicar esa monstruosidad que no tiene cabida en una sociedad avanzada, y seremos intransigentes con sus verdugos porque quienes niegan la libertad a los otros no merecen disfrutar la suya. Estoy seguro que a todos los diputados de esta cámara les repugna este tipo de violencia y que todos podemos ser capaces de encontrar un terreno común para luchar juntos en medidas que nos lleven a la erradicación de estas conductas abominables.

 

Presidente, señorías, desde que, en 2009, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobara el actual sistema de financiación autonómica, la Región de Murcia sufre una injusticia histórica, un agravio comparativo intolerable. No puede tolerarse que hayamos de endeudarnos para abrir cada día los colegios y los hospitales. Cada día. Y, sin embargo, está pasando.

 

Intentemos que esta Cámara sea una sola voz para exigir al Gobierno de España la inaplazable reforma del sistema de financiación autonómica, no nos resignemos a este sistema injusto que empobrece nuestro presente e hipoteca nuestro futuro. La Región de Murcia es parte fundamental de España, por eso, nos opondremos a cualquier privilegio en favor de otras regiones para sostener a un presidente del Gobierno.

 

A los murcianos deben tratarnos como al resto de los españoles. Ni mejor ni peor. Igual. Y no lo están haciendo. Como tampoco están garantizando el agua que tanto necesitamos. Yo quiero proponerles que esta bandera no sea patrimonio de ningún partido. Si el agua nos beneficia a todos, a todos nos corresponde defenderla. El trasvase Tajo-Segura, que ahora cumple cuarenta años, constituye una infraestructura imprescindible para compensar nuestro déficit hídrico, y una herramienta fundamental para combatir la desertización en nuestra comunidad y en el Levante español.

 

Yo les propongo aquí y ahora que lideremos desde la Región de Murcia un Pacto Nacional del Agua; que lo exijamos juntos. Vayamos todos a una, señorías, para lograr un acuerdo definitivo que lleve el agua desde donde sobra hasta donde hace falta. Si el gas o el petróleo se llevan desde donde hay a donde se necesita, nadie debería objetar el que hagamos lo mismo con el recurso natural más necesario, el agua. El agua de España, lo dice la Constitución y el sentido común, es de todos los españoles. Porque, señorías, España no tiene escasez de agua. Lo que ocurre en España es que el agua está mal repartida. Y lo que ocurre en nuestra Región es que sabemos gestionarla como nadie, hasta la última gota.

 

Así que a nadie le extraña que dispongamos de la agricultura más moderna y tecnificada de Europa, conformándose como uno de los sectores básicos de la economía regional. A nadie del mundo le sorprende que nuestro sector hortofrutícola sea un ejemplo de ímpetu innovador y de capacidad exportadora. Nuestra agricultura y ganadería, como nuestro medioambiente, en cambio, sufren la constante amenaza del déficit hídrico y la mayor vulnerabilidad frente al cambio climático.

 

Apostar por los trasvases supone no solo amparar uno de nuestros sectores punteros y generador de empleo, sino también implica una parte esencial de una política medioambiental coherente. El Levante español es el muro que frena el avance del desierto y del cambio climático en este país y confío en que aunemos voluntades para que, entre todos, seamos capaces de hacer comprender que este es un proyecto común en el que se juega el futuro climático de España.

 

Los trasvases y la política hídrica nacional forman parte indispensable de una política medioambiental de Estado, pero hay otros elementos especialmente importantes para la Región de Murcia, y pongo aquí el acento en el Mar Menor. Entre todos debemos contribuir a su protección y conservación. El objetivo está claro y no puede ser otro que el vertido cero; entre todos ya hemos trazado una hoja de ruta y tenemos claras las soluciones que son el resultado de ese trabajo conjunto. Y dentro de ese trabajo conjunto quiero dejar una cosa meridianamente clara: los agricultores han sido y son parte de la solución, nunca del problema, como algunos han pretendido hacer creer.

 

Pues bien, el Plan de Vertido Cero lleva ya un año paralizado en el Gobierno de España. Es hora de que, todos juntos, exijamos que se pongan en marcha las medidas que son competencia del Estado y que se libere el presupuesto comprometido para su ejecución. La Región de Murcia y los ayuntamientos ribereños están haciendo su parte, pero necesitamos el firme compromiso del Gobierno de España con la Región y que las palabras se traduzcan en realidades, inversión y obras necesarias para garantizar la protección del Mar Menor.

 

Para esta cuestión, como para el resto, el diálogo es la única senda que nos acercará al éxito. Aparquemos nuestras diferencias cuando hablamos de educación, de financiación, de agua, de la protección a los que más lo necesitan, de medioambiente. Se trata de cuestiones en las que la Región se juega literalmente su supervivencia y su porvenir.

 

Habrá, señorías, muchos otros asuntos sobre los que disputar y mostrar legítimas discrepancias. Una de estas cuestiones es la política fiscal y, en general, las libertades individuales. El modelo de la izquierda es el de impuestos elevados para alimentar un Estado hipertrofiado y una Administración que dirige la vida de los ciudadanos.

 

Mi modelo de Región es el inverso, mi modelo se basa en la libertad en todos los ámbitos. Una fiscalidad reducida, porque los ciudadanos tienen derecho a disponer de los frutos de su trabajo. No comparto la concepción de quienes pretenden dirigir la vida de los ciudadanos desde la Administración. Por eso, en la Región de Murcia los hijos ya no pagan por recibir la herencia o la donación de aquello que sus padres ganaron con esfuerzo, y con el Gobierno que les proponemos, así seguirá siendo.

 

Este es el modelo de sociedad por el que abogo: propiedad privada; libertad de empresa; derechos individuales; Administración reducida y estabilidad institucional. Que la Administración no sustituya a las familias, defiendo el protagonismo del individuo frente al Estado. Este es el modelo que, a lo largo de la historia, ha hecho prosperar a todas las sociedades y el que está haciendo prosperar a la Región de Murcia.

 

Pero la prosperidad no será tal si no alcanza a todos los murcianos. Este Gobierno trabajará por una Región en la que todos cuenten con las mismas oportunidades. Por eso, hace poco más de un mes alcanzamos el Pacto por la Dependencia con sindicatos, empresarios y organizaciones del sector. Y, por eso también, seguimos reduciendo listas de espera y creando plazas en centros de día y residencias, para mayores y personas con discapacidad. Nuestro liberalismo no deja a nadie atrás. Hace pocas semanas, mi partido junto a otras formaciones políticas, suscribimos un pacto contra la pobreza. Se trata de un ejemplo de consenso en un punto fundamental de la política social.

 

Y para continuar prosperando, la Región precisa de las infraestructuras necesarias. Desde el Gobierno regional hemos impulsado aquellas que estaba en nuestra mano impulsar y hemos invertido mucho tiempo y energías en reclamar al Estado que nos dote de aquellas de las que es responsable, un hito en este sentido ha sido la puesta en marcha del Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia. Nuestra comunidad dispone ahora de un aeropuerto de primer nivel plenamente operativo, que supondrá un revulsivo para el turismo, el comercio y la economía de toda la Región. Y con ello, generará nuevas oportunidades.

 

La llegada del AVE soterrado a Murcia, Cartagena y Lorca será también una reivindicación irrenunciable ante el gobierno de la Nación. Porque no podemos permitirnos que, como ya ha pasado, el capricho político de unos pocos trunque las expectativas de futuro de toda la Región de Murcia.

 

Presidente, he hecho de la libertad el eje de este discurso. Libertad económica, libertad educativa, libertades ciudadanas. Esa es también mi concepción de la cultura. Los poderes públicos debemos trabajar por proteger y recuperar nuestro patrimonio, por ofrecer a la sociedad los instrumentos básicos del desarrollo cultural: bibliotecas, salas de exposiciones y conciertos, formación y promoción...

 

Pero no debemos imponer un modelo cultural ni dirigirlo. Debemos ofrecer a nuestros artistas, escritores, músicos, a nuestros creadores, los instrumentos para que desarrollen libremente su trabajo y para que las murcianas y murcianos puedan elegir una oferta rica y plural. Una oferta que sepa conservar lo mejor de nuestra tradición y estar abierta a las vanguardias más actuales.

 

Señorías, comienza una nueva etapa. Desconocida, si quieren. Pero no incierta. Yo prefiero llamarla ilusionante. Escuchemos para ser oídos, entendamos para ser entendidos, acerquemos juntos la gestión al conjunto de la sociedad, a los colectivos, a los agentes sociales, a las entidades que representan a los murcianos. No es mi intención actuar desde el dirigismo o el adoctrinamiento. No creo en ello y no va a estar presente en la actuación del Gobierno que pretendo formar, si obtengo la confianza de esta Asamblea.

 

Ese diálogo del que les hablo tiene también un interlocutor fundamental en el Gobierno de España. Es obvio que sólo desde la cooperación entre ambos ejecutivos podrán salir adelante proyectos esenciales para nuestra Región. Hoy me pongo a disposición de los 45 municipios de esta Región y del presidente del Gobierno que resulte elegido por el Congreso de los Diputados. Con lealtad, desde una exigencia firme y razonada, pero también constante y en todo momento. Estoy dispuesto a hablar hasta la extenuación si con ello es posible encontrar puntos comunes de acuerdo. Y si no lo fuera, volveré a proponer el diálogo hasta conseguirlo. Mi único cordón sanitario, ahora que la expresión está tan de moda, estará fijado en no renunciar jamás al progreso de los ciudadanos de la Región de Murcia en igualdad. De nuevo, en igualdad. Y en libertad.

 

Presidente, señorías, tenemos objetivos muy importantes que cumplir. Quiero que cualquier joven murciano pueda trazar su futuro con la esperanza de saber que aquí va a tener acceso a la mejor formación, que va a lograr un buen empleo, que va a poder comprar o alquilar una vivienda y si, así lo desea, formar una familia, que no tendrá que abandonar la Región de Murcia porque en ella encuentre cuanto necesita para prosperar y ser feliz. Quiero que tenga la esperanza de un futuro mejor, donde sepa que hemos hecho todo lo que teníamos que hacer para frenar el cambio climático, para mantener vivo el campo murciano, despensa saludable de Europa, para seguir teniendo un agua que es de todos los españoles.

 

Que tenga la certeza de que no vamos a consentir que se trocee nuestra nación, y que nadie decida por nosotros nuestro futuro. Vamos a construir para ellos una Región que garantice los mejores recursos en los hospitales y centros de salud públicos, los mejores profesionales, que apueste por el desarrollo de los centros educativos desde la libertad, desde la superación, desde la justa recompensa al esfuerzo. Quiero que nuestros mayores disfruten de su jubilación con todo aquello que se han ganado sobradamente con años de trabajo sin cortapisas, sin obstáculos, sin burocracia, sin dudas. De nuevo, en libertad. Que quien trabaja no tenga que temer por su empleo y que quien lo busca, lo tenga pronto.

 

No será fácil, no se conseguirá en un día, pero daremos todos los pasos necesarios para que así sea. Es la Región de Murcia en la que creo, en la que continuemos haciendo posible un progreso que ya vivimos, pero que debemos hacer que vaya más lejos, que llegue antes, y que llegue a todos. No concibo la Región sino como parte integrante de una España unida y vertebrada, una España en consonancia con los valores de la Constitución que ha propiciado la más dilatada etapa de democracia y concordia en nuestro país. Nuestro proyecto no se concibe más que como parte de uno más grande y unitario para toda España, en el que todos disfrutemos de las mismas libertades y a todos se nos reconozcan los mismos derechos.

 

Todo indica que los partidos separatistas y proetarras facilitarán la investidura de Pedro Sánchez. Esto –sin duda- sería un balón de oxígeno para los que quieren romper España. Por eso, ahora más que nunca, es necesario un Gobierno de la Región de Murcia que defienda la Unidad de España y no crea en relatores ni mediadores en las relaciones del Estado con las distintas Comunidades Autónomas. Sepan también que aquellos que intentan desmembrar nuestro país, atentando contra la soberanía nacional, encontrarán enfrente a la Región de Murcia, una Región de Murcia integrada en una España cohesionada, democrática, liberal.

 

Señorías, estamos construyendo una gran Región, una Región a la altura de sí misma: de su historia y de sus gentes. Ese es nuestro mejor patrimonio, su gente. Los murcianos han dado muestras de su talento y su valía en los más diversos ámbitos. Somos tierra de artistas, de deportistas, de investigadores, de emprendedores. Los murcianos han dejado huella en la historia de España.

 

Somos cuna de algunos de los más célebres pinceles del panorama nacional e internacional, como Pedro Cano, Lidó Rico o los Muher. El deporte murciano vive lo que puede considerarse una época dorada; nuestros deportistas y, especialmente, nuestras deportistas, han hecho ondear nuestra bandera en lo más alto en todo el mundo y en las más diversas disciplinas. Eva Navarro, Ana Carrasco, Carlos Alcaraz, Alejandro Valverde... o nuestra querida Sonia Ruiz, capitana de la selección española de baloncesto adaptado. La lista es interminable. Somos tierra de investigadores, como Pablo Artal, cuya labor es reconocida con galardones del máximo prestigio.

 

Somos un pueblo solidario y generoso; un dato resulta aquí revelador: la Región es líder mundial en donación de órganos. Pero también somos un pueblo acogedor: Cinco millones setecientas mil personas nos visitaron el año pasado. De entre todos los posibles destinos del mundo, escogieron la Región de Murcia. Y lo hicieron por nuestro paisaje, por nuestra cultura, por nuestro clima, por nuestra gastronomía, por nuestro carácter. Lo hicieron porque esta es, Señorías, la mejor tierra del mundo para vivir y para visitar.

 

Por eso, en el turismo hemos fijado también uno de nuestros objetivos para los próximos cuatro años. Tenemos capacidad para seguir creciendo, para acoger a más y más turistas. Y ese turismo, además, tiene que ser de calidad. No se me ocurre mejor sitio en la Región de Murcia para ubicar la sede de la futura consejería de Turismo que Cartagena, algo en lo que también coincidimos plenamente con el partido Ciudadanos.

 

Presidente, señorías, el futuro lo construiremos juntos, cada uno de nosotros tiene un papel fundamental. Estoy dispuesto a hablar con todos. No hay vetos por mi parte, no renuncio a hablar con nadie porque, cuando se trata del bien común, no caben los personalismos ni los partidismos. Cuando se habla de transparencia y buen gobierno, no solo hay que decirlo, también hay que practicarlo. Cuando lo que está en juego son los derechos, las oportunidades y el futuro de toda una Región, hay que actuar con altura de miras, con generosidad, con lealtad, y priorizando la gestión a los titulares.

 

Señorías, es momento de avanzar y sumar, no de restar ni dividir. Los éxitos no se construyen desde los individualismos sino desde el trabajo en equipo. Mi compromiso es que el nuevo Gobierno sea el reflejo de la Región unida que somos. Una Región que necesita estabilidad y experiencia. No podemos permitirnos que se paralice ahora el progreso y las cotas de bienestar alcanzadas en los últimos años, tras haber superado una de las crisis económicas más duras que se recuerdan.

 

Hemos avanzado no solo en lo económico, también en lo social, y esto no se puede parar. Cuatro años nos aguardan, y bien saben ustedes que el tiempo corre deprisa. Es por eso que les dirijo en este día un llamamiento urgente e inaplazable: pongámonos de inmediato a trabajar por la Región de Murcia y sus habitantes.

 

Los murcianos han cumplido de forma admirable participando en los comicios y sus votos nos permiten a todos contemplar ahora ese periodo de tiempo que, como cualquier cosa que está por llegar, quizá nos parezca incierta. Pero no lo es en absoluto. No nos han elegido para ponerle nombres a los cargos, nadie espera que aportemos dudas sino soluciones. Con sus votos, los murcianos acentuaron que querían un Gobierno reformista y liberal, fueron claros.

 

La alternativa que hoy les propongo, junto con el partido Ciudadanos, a quien agradezco profundamente su altura de miras, generosidad y vocación de servicio público, es lo más conveniente y razonable. También tiendo la mano e invito a VOX a sumar y buscar el acuerdo. Los murcianos depositan en todos nosotros su confianza para una sola cosa: Hacer una Región de Murcia más próspera y segura. Hacer una Región que sirva de ejemplo al mundo por su excelencia académica y empresarial, hacer una Región de la que nos sintamos orgullosos nosotros y quienes nos sucedan. Y no podemos defraudarles. De hecho, estoy convencido de que no les defraudaremos. Yo no lo haré si ustedes me apoyan.

 

Sortearé cuantas dificultades encuentre a mi paso desde el pleno convencimiento de que nuestro futuro debe ser, ni más ni menos, que el que merece esta Región. A este candidato lo encontrarán siempre, a tiempo y a destiempo, cuando se trate de alcanzar acuerdos que beneficien a los murcianos. A este candidato lo hallarán preparado en todo momento a la hora de dialogar, avanzar y conseguir un futuro mejor. Y a este candidato no le temblará el pulso para exigir, sea donde sea, aquellas mejoras que la región necesita para seguir avanzando en progreso y libertad.

 

Por ello solicito el apoyo de esta Cámara para convertirme en presidente de la Región de Murcia. No me encontrarán en otro lugar que no implique el dejarme hasta el último aliento en alcanzar el único objetivo que perseguiré hasta la extenuación si fuera necesario: mejorar la Región de Murcia y la calidad de vida de cuantos aquí tenemos el privilegio de vivir. Y para cumplir ese objetivo, créanme, no existirá día ni noche, ni descanso ni distracción. Tienen mi palabra.

 

Muchas gracias.

La Región ha votado diálogo