Con las subidas de esta última semana los principales índices bursátiles mundiales consiguen cerrar un extraordinario tercer trimestre, dando una muestra de excepcional fortaleza y dejando en el aire la pregunta de si estamos a las puertas de un nuevo rally de fin de año que cierre un ejercicio realmente histórico para las Bolsas americanas y europeas.
Empezando por los datos, el Dow Jones y el S&P cerraron el pasado viernes su octavo trimestre consecutivo de subidas, algo que en el caso del Dow no se había visto desde hace veinte años. Por su lado, el Nasdaqcerró su quinto trimestre consecutivo de alzas. Las subidas trimestrales han sido del 4,9% para el Dow, del 4% para el S&P y del 5,8% para el Nasdaq, y eso hace que en lo que va de año el Nasdaq suba ya más del 20% y el S&P y el Dow en torno a un 13%. En una impresionante sucesión de récords históricos de todos los índices americanos, el Nasdaq logró su cincuenta record histórico en lo que va de año el pasado viernes, tras haber sido el sector de tecnologías de la información el mejor en el trimestre con una subida superior al 8%.
Las Bolsas europeas han tenido también un septiembre extraordinario que les permite cerrar el tercer trimestre con números positivos de cierta importancia, tras el "pinchazo" del segundo trimestre en el que el Eurostoxx perdió el 1,7% y nuestro Ibex un 0,2%. Este tercer trimestre, sin embargo, el Eurostoxx ha subido un 4,4% tras apuntarse en septiembre el Eurostoxx y el Cac un alza del 6% y el Dax un alza del 7%. Hay que destacar el comportamiento del Dax, que ha encadenado cinco trimestres consecutivos de subidas por primera vez desde 2014. Solo nuestro Ibex, posiblemente afectado por la inestabilidad política generada en torno al referéndum catalán, se ha quedado descolgado, con una caída del 0,6% en el trimestre pese a la subida del 1,9% en septiembre.
Lo más llamativo de estas subidas es que tienen lugar tras un ya muy largo mercado bursátil alcista, que en el caso de las Bolsas americanas se equipara ya a cualquiera de las grandes subidas históricas de todos los tiempos. Esas subidas sin aparente fin que luego a veces pasan a la historia como grandes burbujas. Lejos de dar síntomas de fatiga tras el ya largo recorrido hacia arriba, los índices americanos siguen subiendo con la misma energía que si el mercado alcista hubiese empezado ayer, como esos viejos rockeros que tras cinco décadas de actuaciones siguen subiendo al escenario con el entusiasmo y el empuje de sus primeros tiempos.
Las Bolsas americanas empiezan el cuarto trimestre en máximos históricos y las europeas en máximos anuales y la pregunta es: ¿están las Bolsas rompiendo de nuevo al alza y preparadas para un fin de año similar al de 2016?
De momento las subidas de todas las Bolsas, a falta de un trimestre para acabar el año, superan ya a las de todo el año 2016. En algunos casos, como el Nasdaq, el Nikkei o nuestro Ibex, las subidas de los tres primeros trimestres de 2017 son varias veces superiores a las de todo el año 2016. Lo que quiere decir que para ir más allá necesitarán algún detonante.
Si miramos lo que ha sucedido en septiembre, lo que ha animado a las Bolsas ha sido, como decíamos la semana pasada, el "revival" del llamado "Trump trade". Es decir, la idea de que va a haber una subida gradual de tipos de interés a la vez que se ponen en marcha estímulos fiscales como la rebaja de impuestos anunciada el pasado miércoles por el presidente Trump. La conclusión es que todos salen ganando, los Bancos porque al subir los tipos de interés mejora su margen financiero y las restantes empresas porque habrá menos impuestos y más inversión pública. El giro hacia los valores cíclicos y hacia las empresas medianas y pequeñas es otra consecuencia de la vuelta del "Trump trade".
Son conceptos bastante atractivos y realmente fascinantes para el inversor, más aun cuando el mercado está inundado de dinero que busca oportunidades de colocación. A corto plazo es difícil que la profecía no se auto cumpla ya que al llegar dinero al mercado las cotizaciones suben y se crea un circulo alcista virtuoso. Otra cosa es el medio plazo y en el medio plazo lo que cuenta es el crecimiento económico, la estabilidad geopolítica y, sobre todo, la evolución de los beneficios de las empresas.
En lo que a la economía se refiere, los datos que hemos ido conociendo este verano indican que el crecimientoestá repuntando ligeramente en la zona euro y en EEUU, pero la inflación está estancada. Los datos preliminares de inflación de septiembre en la zona euro, que se conocieron el viernes pasado, muestran una subida de precios de consumo anualizada del 1,5%, por debajo de la esperada. Lo mismo sucede en EEUU donde los datos preliminares de inflación y de gasto de los consumidores publicados el viernes pasado quedaron por debajo de las expectativas. Esto permitiría a la Fed y al BCE ser más graduales en sus movimientos, lo cual se interpreta como positivo para las Bolsas.
La situación geopolítica se ha enrarecido un poco en la zona euro tras las elecciones alemanas, pero predomina el sentimiento positivo, apoyado también en la tranquilidad al otro lado del Atlántico, donde Trump ha conseguido superar sus problemas del pasado agosto. La "posverdad" oficial es que "todo va bien" pase lo que pase.
Así las cosas, los resultados empresariales son claves y aunque esta semana hay ya algunas compañías americanas reportando sus cifras trimestrales, hay que esperar a la semana que viene para empezar a ver los números de los grandes Bancos americanos (Citi, JP Morgan, Bank of America, Goldman...) y de otras grandes empresas.
En la primera semana del cuarto trimestre hay una docena de discursos de miembros de la Fed y se publican los ISM de manufacturas y servicios de septiembre en EEUU, además del informe de empleo de septiembre que conoceremos el viernes. En la zona euro se publican los PMIs tanto de manufacturas como de servicios.
Lo normal es que veamos buen tono bursátil en el inicio del trimestre, pese a que siguen apareciendo voces (la ultima la de David Stockman, antiguo asesor económico de Reagan, que pronostica una caída del S6P entre el 40% y el 70%) que alertan de una burbuja en las Bolsas americanas tras ocho años de políticas monetarias ultra expansivas de la Fed.