A través del uso de tecnologías como el ‘big data’ o la inteligencia artificial, BBVA ha puesto a disposición de las empresas soluciones para facilitar la gestión de sus negocios y la toma de decisiones financieras.
La tecnología ha permitido a BBVA impulsar la salud financiera de las pequeñas y medianas empresas, que ya venía trabajando desde hace años gracias al acompañamiento que los gestores ofrecen a los clientes. El desarrollo de estas nuevas soluciones permitirá que este acompañamiento sea aún más personalizado y más ágil en procesos como la resolución del estudio de financiación y apoyarles, en definitiva, en la toma de las mejores decisiones para su negocio. Una buena salud financiera es clave para poder hacer frente a imprevistos y afrontar los planes de futuro.
En concreto, a partir de esta herramienta, el gestor de pymes obtiene una información que le permite contextualizar, identificar los elementos más relevantes de su actividad y la evolución de los estados financieros para poder contribuir a ofrecerles una oferta personalizada, enfocada a la mejora de su productividad y competitividad. Como novedad, el gestor podrá comparar la evolución del cliente con información anonimizada de empresas del mismo sector y tamaño.
Entre las principales soluciones que BBVA también ofrece a las empresas se encuentra el agregador financiero, que permite controlar la liquidez en tiempo real y anticipar necesidades de financiación o posibilidades de inversión. Por otra parte, el agregador para empresas facilita tener información para calcular la huella de carbono que genera la actividad empresarial, a partir de los movimientos que se producen en las cuentas agregadas de la empresa relacionados con los gastos de electricidad, gas o combustible.
BBVA siempre ha estado al lado de las pequeñas y medianas empresas con un modelo basado en la cercanía y especialización, donde los gestores juegan un rol muy importante en el acompañamiento y donde la gestión de la salud financiera es clave.
Cuidar de la salud financiera es siempre un reto pero para un empresario o un autónomo mucho más, ya que en su caso la economía doméstica y la del negocio se confunden a menudo.
En muchas ocasiones no cuentan con el tiempo o la formación necesaria para poder gestionar la economía personal y de la empresa, y es ahí donde la ayuda de gestores y profesionales es fundamental.
Entre los puntos clave que una empresa no puede dejar de gestionar a la hora de afrontar este reto se encuentran: crear un colchón de liquidez ante imprevistos de su negocio; disponer de una deuda asumible; planificar bien los gastos, de acuerdo a los ingresos; contar con una buena gestión de la tesorería o, principalmente en el caso de los autónomos, planificar su propia jubilación.
En definitiva, se trata de que el autónomo o empresario se centre en su negocio y facilitarle la gestión de su día a día.