Manuel Torres, presidente y fundador de la empresa tecnológica MTorres, ha proyectado su última innovación. Después de revolucionar sectores como el de la aeronáutica o los sumbarinos, ahora centra su creatividad en la desalación, ha ideado un nuevo modelo de desaladora submarina, una proyecto cuya planta piloto quiere instalar en el valle de Escombreras, aunque también sopesa la posibilidad de fijarla en las Islas Canarias. El proyecto supondrá una inversión de 22 M€.
Para ello pidió apoyo al Ejecutivo regional y al sector empresarial, que, desde el primer momento, recogió el guante de su envite de manera positiva.
Torres presentó su proyecto ante más de un centenar de empresarios en un desayuno de trabajo organizado por la CROEM, al que también acudió el presidente López Miras y el consejero de Agua, Antonio Luengo, además de prácticamente todos los presidentes de las asociaciones empresariales de la Región: además de José María Albarracín, presidente de la Patronal, estuvieron José María Tortosa (Amefmur), Ginés Ángel García (AJE), Pedro Pablo Hernández (COEC), Antonio Jiménez (Ceclor), MIguel López Abad (Cámara de Comercio), Alfonso Hernández (FREMM) o Carmen Botella (OMEP).
La presentación de Manuel Torres fue el acto estrella con el que la Confederación de Empresarios celebró la segunda edición del Día del Empresario. La Región es la única comunidad autónoma que celebra este día.
AMENAZADO POR LA GUERRA COMERCIAL. Torres denunció que la guerra comercial emprendida por Estados Unidos ya está afectando a su empresa, que mantiene fuertes relaciones comerciales con ese país, y que puede afectarle profundamente.
Por esta controversia, la compañía presidida por Torres tiene paralizada la venta de 20 máquinas de laminación de fibra de carbono para fabricar piezas aeronáuticas a China y Rusia, calificadas como de doble uso. Estos dos países representan el 40% de su facturación, según constató.
Torres, no ocultó su preocupación porque el comité de doble uso no está facilitando las licencias de exportación para poder comercializar las máquinas a estos dos países. “Estas licencias se dan a medida que se van presentando en el comité de doble uso, pero llevamos una acumulación de 20 autorizaciones sin resolver por las presiones de EEUU”, dijo.