Los motores convencionales que se utilizan en el transporte marítimo pueden usar biocombustibles de Repsol sin necesidad de hacer modificaciones, según los resultados de los análisis que la Fábrica de Motores de Navantia ha realizado en su banco de pruebas de la factoría de Cartagena.
Estos biocombustibles de Repsol están producidos a partir de residuos y demuestran una reducción de las emisiones de CO2 de casi el 90%. Además, se han registrado ahorros del 2,6% en el consumo de combustible, han indicado fuentes de Navantia.
Este proyecto se ha desarrollado gracias a la Armada Española y la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).
Navantia, dentro de su acuerdo de colaboración con Repsol para buscar soluciones innovadoras que permitan reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte marítimo, ha estado evaluando diferentes tipos de biocombustibles suministrados por la multinacional energética.
A su vez, ha realizado pruebas de compatibilidad de estos biocombustibles con los componentes del motor actual.
Fuentes de Navantia han destacado que las conclusiones de estas pruebas “suponen un punto de inflexión, porque confirman que los combustibles renovables son una alternativa real en la descarbonización del transporte marítimo”.
En este sentido, han apuntado que “los requisitos legales en cuestión de emisiones son cada vez más exigentes y la renovación de los sistemas de propulsión para cumplir con esos requerimientos suponen inversiones muy elevadas, además de períodos inoperativos de la embarcación”.
Esta colaboración, prevista para 5 años y que está aún en sus primeros meses de andadura, ilustra el compromiso de ambas empresas con los objetivos de sostenibilidad de reducción de GEI de España, la Unión Europea, la ONU y la Organización Marítima Internacional.