La producción industrial española se hundió hasta anotar su mínimo histórico en abril, un mes marcado por el confinamiento y la hibernación de sectores no esenciales que incluyó la paralización prácticamente total de la fabricación de vehículos. En la Región la caída fue más controlada, y apenas cayó un 15% (la caída más baja de España) por la fuerte presencia de la industria agroalimentaria.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este viernes el índice de producción industrial (IPI) de abril, que cayó en el conjunto del país un 33,6% con respecto al mismo mes de 2019, y que avanza en la tendencia bajista ya observada en marzo, cuando se hundió un 11,7%.
Esta cota es el nivel más bajo de toda la serie histórica, ya que supera el que hasta ahora era mínimo histórico, con un desplome de 28,4% de abril de 2009, en plena crisis financiera.
La producción del sector del motor prácticamente se paralizó en el mes de abril, cuando anotó un descenso del 92%, y también registraron importantes caídas la confección de prendas de vestir (77,2%), el cuero y el calzado (73,5%) o de muebles (70,7%).
Todas las ramas de actividad disminuyeron su producción en abril, incluida la industria farmacéutica, que a pesar de la crisis sanitaria redujo su actividad un 0,4%. La industria alimentaria cedió un 7,3% y la de fabricación de bebidas, un 27,4%.
La caída de la producción industrial fue igualmente del 33,6% anual en términos corregidos de los efectos estacionales y de calendario, un descenso que se limita al 21,8% si los datos se comparan con los de marzo.
La producción industrial se redujo en términos brutos en todas las comunidades autónomas, especialmente en Galicia (43%), Aragón (41,7%), Castilla y León (40,5%), Navarra (40,1%) y País Vasco (40,1%). Los descensos menos acusados se registraron en Murcia (15%), Extremadura (23,4%) y Canarias (24,5%).