Un 23,9% de los hogares de la Región de Murcia en situación de pobreza energética tiene a su sustentador principal desempleado, frente al 7,8% de los hogares que no se encuentran en estas circunstancias. Este es uno de los principales datos sobre la Región de Murcia que arroja el estudio ‘La pobreza energética en España: Aproximación desde una perspectiva de ingresos’, elaborado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-Universidad de Barcelona entre los años 2011 y 2017.
El estudio ha sido publicado por la Fundación Naturgy y presentado este lunes en el seminario sobre ‘Políticas y medidas contra la pobreza energética’. Según la investigación, dirigida por la catedrática María Teresa Costa-Campi, de la Universidad de Barcelona, y elaborado por las investigadoras Elisenda Jové-Llopis y Elisa Trujillo-Baute, la probabilidad de que un hogar se encuentre en situación de pobreza energética en España aumenta un 9,3% cuando el sustentador principal está desempleado.
En el caso de Murcia, siete de cada diez hogares en pobreza energética (69,3%) se ubican en edificios que tienen más de 25 años de antigüedad. Además, el 22,4% de las familias son unipersonales y un 6% monoparentales. El gasto anual en energía en la Región de Murcia se sitúa en 1.022 euros, el quinto más bajo, por detrás de Canarias, Comunidad Valenciana, Andalucía y Asturias.
Uno de los aspectos que tiene más influencia en este tipo de pobreza es la situación laboral de los miembros de la vivienda. En este sentido, el 23,9% de los hogares en situación de pobreza energética tiene a su sustentador principal en situación de desempleo, un ratio que en el resto de hogares se sitúa en el 7,8%. Se trata de la variable con mayor impacto de todas las analizadas.
Otro de los aspectos que tiene en cuenta el informe es la comunidad autónoma, ya que la climatología y el perfil de los hogares de cada una de ellas es determinante a la hora de analizar la pobreza energética.
En este sentido, aunque la tasa media nacional de pobreza energética para el periodo 2011-2017 fue de 8,3%, la mayor tasa la registró Castilla-La Mancha, que con un 17,4% duplicó la media. Por el contrario, Canarias (4,9%), País Vasco (5,1%), Asturias (6%) y Baleares (6,3%) fueron las comunidades con las tasas más bajas.
Por encima de la media nacional y con tasas superiores al 10%, se sitúan las comunidades ubicadas alrededor de la Comunidad de Madrid, es decir, Castilla-La Mancha (17,4%) y Castilla y León (12,8%). A continuación, se sitúan Extremadura (12,2%) y La Rioja (10,8%). Andalucía, por su parte, alcanza un 9,2%.