Las circunstancias en la economía derivadas de la pandemia de coronavirus, entre ellas el fuerte desplome del PIB, redujeron en 2020 la competitividad promedio de la Región de Murcia en un 6,9%, según el Consejo General de Economistas. En el resto de comunidades autónomas cayó un 2,3% respecto a 2019, de forma asimétrica en los distintos territorios.
Esta es la principal conclusión del quinto Informe de la Competitividad Regional (ICREG) en España 2021, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Murcia y editado por el Consejo General de Economistas de España, que pretende establecer un índice de "capacidad de atracción" -de capital, conocimiento o mano de obra- de los distintos territorios en relación con una serie de ejes determinados compuestos por numerosos indicadores.
Según las conclusiones del documento, la Región de Murcia es la única comunidad en la que no disminuyó el eje 1 (Entorno económico), mientras que mejoró sus resultados en los ejes 3 (Entorno humano); 4 (Entorno institucional) y 7 (Innovación), aunque en estos dos últimos de forma leve. Mientras, tuvo un leve descenso en el eje 2 (Mercado de trabajo), más acusado en el 6 (Eficiencia empresarial) y muy acusado en el eje 14 (Infraestructuras básicas).
Las variables que contribuyeron positivamente a mejorar los ejes en la comunidad murciana fueron las tasas de ahorro y competitividad; el abandono escolar temprano; el déficit y los delitos; investigadores; comercio electrónico; empresas con medios sociales y gasto en I+D.
Por su parte, tuvieron peor comportamiento la variación del PIB real; la las tasas de paro y desempleo juvenil; el esfuerzo fiscal; la formación por ocupado; el tráfico aéreo; las variaciones de la productividad y CLU y las patentes.
El informe, presentado este martes, destaca que en 2020 los primeros lugares del "ranking" volvieron a estar ocupados por Madrid (14,52 puntos en el índice ICREG), Navarra (12,31) y País Vasco (12,19), manteniendo el mismo orden y conformando el grupo de competitividad relativa "alta".
En un segundo nivel, denominado de competitividad "media-alta", se incluyen Cataluña (10,10) y La Rioja (9,14), mientras Aragón (8,80), Castilla y León (8,45), Cantabria (7,73), Galicia (7,69) y Asturias (7,27) constituyen el grupo de comunidades con nivel competitivo relativo "medio-bajo".
Finalmente, el grupo de competitividad "baja" pasa a estar formado por la Comunidad Valenciana (7,01), Murcia (6,91), Castilla-La Mancha (6,68), Baleares (5,67), Canarias (5,30), Andalucía (5,19) y Extremadura (4,69).
El director técnico del Informe, José Carlos Sánchez de la Vega, ha apuntado que los resultados ponen a Canarias, Extremadura, Andalucía y Baleares en una situación de "mayor exposición al riesgo" para afrontar la recuperación y los retos ligados a ella.
En un segundo nivel de exposición media se incluyen, por este orden, Murcia, Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha, y las regiones que están en mejor disposición para alcanzar una recuperación "sólida, inclusiva y verde" son Aragón, Asturias, Cantabria, La Rioja, Cataluña, Navarra, País Vasco y Madrid.
Sánchez de la Vega ha indicado que la caída de la competitividad promedio de las comunidades es menor que la del PIB en el mismo periodo y que además "no es tan significativa como la disminución media que se produjo en la crisis financiera en el periodo 2008-2012".
En relación a la competitividad fiscal, el secretario general adjunto de Foment del Treball Nacional y vocal del Consejo Consultivo del ICREG, Salvador Guillermo, ha señalado que "las reducciones y bonificaciones en los impuestos de patrimonio y de sucesiones y donaciones, que casi exoneran de pago a estas figuras en determinados casos, y la creación de impuestos propios, en algunas comunidades de forma intensa, explican en gran parte los diversos niveles existentes".
Madrid, los tres territorios vascos y Canarias ocupan los primeros puestos en este índice de competitividad fiscal, que cierran Aragón, la Comunidad Valencia y, en último puesto, Cataluña; y aunque los cambios son muy leves, han destacado el caso de Andalucía, que ha pasado del puesto décimo primero al séptimo en un año.
El presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, ha manifestado que "los objetivos de transición hacia una sociedad más ecológica, digital e inclusiva son los nuevos retos de la economía, y las comunidades autónomas que más deficiencias presentan deben recibir más ayuda", por lo que ha reclamado que los fondos europeos Next Generation "se destinen, en cierta forma, a corregir los desequilibrios y diferencias territoriales existentes".