El desplome de la hostelería provocado por la pandemia está detrás de la caída del 17% del consumo de vino en España, una bajada que se produce justo cuando el sector comenzaba a recuperarse de un declive que arrastraba desde hacía décadas.
Los datos del Sistema de Información de Mercados del sector vitivinícola (Infovi) apuntan a que el consumo en 2020 pasó de unos 11 millones de hectolitros a rondar los 9 millones, unas cifras "históricamente bajas".
Lo confirma el director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), Rafael del Rey, quien precisa que en el canal de hostelería se registró una caída cercana al 40%, por lo que la subida de las ventas en el supermercado (28%) sólo compensó una parte del terreno perdido. "En números absolutos, se perdieron casi tres millones de hectolitros en los bares y restaurantes y se ganó un millón en el supermercado", detalla.
Después de encadenar varios años de estabilidad, entre 2015 y 2019 el consumo incluso repuntó de 9,8 a 11 millones de hectolitros, aunque el "revés" provocado por la pandemia ha roto esa tendencia alcista. "Ahora falta ver si esta nueva caída es sólo por una cuestión coyuntural derivada de la covid y volvemos a crecer", reconocen fuentes del sector, que ya anticipan un año difícil dado el nivel de restricciones de los primeros meses de 2021.
REANIMAR UN CONSUMO "DEPRIMIDO"
El sector lleva años con la recuperación del consumo entre ceja y ceja, ya que presenta cifras sensiblemente inferiores a las de otros países pese a que España es el tercer mayor productor mundial de vino y cuenta con la mayor superficie de viñedo a escala global.
De hecho, en consumo ocupaba en 2019 la séptima posición, por detrás de Estados Unidos (33 millones de hectolitros), Francia (26,5), Italia (22,6), Alemania (20,4), China (17,8) y Reino Unido (13), según la Organización Internacional del Vino (OIV).
La secuencia histórica muestra que el consumo de vino en España se ha derrumbado en los últimos 30 años pese a ser un producto arraigado y de larga tradición: a finales de la década de los 80 se estimaba en torno a los 18 millones de hectolitros anuales, el doble que ahora.
Factores como la tendencia a moderar el consumo de alcohol -por ejemplo a la hora de comer entre semana-, la competencia de la cerveza y los refrescos o el auge del vino embotellado en detrimento del granel han cambiado por completo el panorama.
EL MERCADO INTERNACIONAL SALVA LOS MUEBLES
Ejemplo de ello es lo ocurrido el pasado ejercicio, cuando pese a la covid-19 las exportaciones de vino español resistieron y se contrajeron apenas un 3,6% en valor y un 6% en volumen, un dato relativamente positivo dadas las circunstancias.
De media, España produce en torno a unos 43-44 millones de hectolitros de vino al año, de los cuáles cerca de 10 millones van al consumo interno, otros 20-22 se exportan y el resto sale al mercado como mosto, vinagre, sangría o tinto de verano, según las estadísticas recogidas por la OEMV. "Los mercados internacionales han sido la tabla de salvación para muchas bodegas en 2020", insiste Del Rey.
En España hay cerca de 4.000 bodegas registradas, con las denominaciones de origen Rioja (unas 800 bodegas), Cava (390) y Ribera del Duero (310) a la cabeza, según un informe sectorial publicado esta semana por la escuela de negocios EAE.
Por volumen de ventas, García Carrión encabezaba con datos de 2019 la estadística con unos 850 M€ de facturación, por delante de Freixenet (500 millones), Félix Solís (340), Familia Torres (257) y González Byass (240).
PIDEN AYUDAS DIRECTAS
La Federación Española del Vino (FEV) alega que en un contexto de crisis como el actual, algunas empresas del sector -sobre todo las más pequeñas- necesitan ayudas directas para compensar las pérdidas por el coronavirus y piden al Gobierno que "rectifique" .