Esta es una de las conversaciones que más ganas tenía de tener y de las que más tiempo me ha llevado vivirla, disfrutarla diría yo.
Pensé en David, ¿quién no lo ha hecho alguna vez? Más si piensas en murcianos de gran éxito, como solemos hacer en ‘Los Mejores’. Me propuse entonces conseguir su contacto, rápido si tienes buenos amigos que realmente valen la pena (gracias Paco).
Aquí empezó mi viaje a China, porque casi me ha costado andar los 10.281 kilómetros que separan las ciudades de Shanghái y Murcia para poder ‘pescar’ a uno de los más grandes y, al mismo tiempo, auténticos, veraces, exóticos, amazing -cualquiera de estas palabras no llegan a descubrirle bien- de la Región de Murcia.
Y después de esta distancia consigo que comparezca a las catorce horas en la ciudad de Murcia, para descubrirse. Sin saber él que sería una entrevista diferente.
Me impresiona su abrazo arrollador con el que se gana de primeras tu confianza, nos sentamos y en sus ojos se asoma la curiosidad. A pesar de que este hombre de negocios no deja ver a todos su otro lado más personal, me atrevería a decir que mi insistencia por conocerle, le despertó una curiosidad que me ha dado ventaja y pensaría poder así zanjar la entrevista, tras mi acoso y derribo…
Mi cara de niña ilusionada lo dice todo, junto con mis primeras palabras: ¡Por fin estoy con DavidWine! acompañadas de mis aplausos de alegría.
Y de repente, zas, el empresario chino, porque este Señor es -sigo buscando su palabra, quizá al final de la entrevista aparezca-. David toma el mando, y por un momento la conversación se transforma y es él quien me entrevista a mí. Y, con esa magia de Oriente, se desarrolla nuestra charla. Con magia y con vino.
Y como he dicho que es él quien hace las preguntas. Empieza la entrevista directamente.
DW: ¿Qué ves en mí, que ves de DavidWine?
Y os aseguro que el trasfondo de su pregunta no es ligero, nada baladí. Quiere saber por qué una entrevista diferente, y con quién se sienta a comer. Me dice en su primera pregunta, ¡Éste soy yo!
Mucho más adelante me cuenta que en China y en los negocios debes saber con quién te sientas, con quien negocias, qué quieren de ti, qué quieren oír de ti, y que en pocos segundos debes descubrirlo para poder luchar con ese ‘dragón’ chino, porque nuestro Goliat ha aprendido a hacer esto desde mucho antes de marchar a China, en su familia.
Todos sabemos cómo se construyó a sí mismo la marca DavidWine, su crecimiento, su mercado online triunfante en la era covid, y cómo ha perseverado durante 10 años allí, por lo que ninguna de mis preguntas irá en esa línea. Hoy quiero conocer al verdadero David Hernández Zapata, ese hombre de 46 años que es fruto de su propio cultivo personal.
DW.: ¿Qué errores has cometido en tu desarrollo empresarial?
Sí, han leído bien. Él es quien sigue haciendo las preguntas. Él es el que maneja los tiempos de esta entrevista, las preguntas, todo. Porque David es un hombre de peso, al tiempo que cuida como nadie de sus personas.
Se interesa por fracasos personales que compartimos, y me pregunta qué es el tiempo, insiste en que pueda madurar esa idea. Y es que este caballero no deja nada a la improvisación, le gusta aprender cada día, lector empedernido. Su lenguaje, su forma de expresarse, sus palabras y la forma en la que llega a su interlocutor es siempre de fuerza y poder. Y, aunque sorprendido, disfruta de la conversación. Me alerta su exigencia, su altísimo nivel intelectual, espiritual, trascendente, de esencia vital. Y es entonces cuando no parece extraño que su triunfo sea global, porque su talento es ilimitado.
Aunque va dejándose fluir y me permite alguna pregunta, ¡por fin llega mi momento!
MD: ¿Qué te apetece comer?
Espero que se rían conmigo, porque a estas alturas de la entrevista, no hemos pasado de la elección del vino, no he podido preguntar nada aún, y mi impaciencia se manifiesta, ¡algo tengo que poder preguntar! Sigo respondiendo a sus preguntas, mientras se deja ver, de verdad.
Al hombre sencillo que es no le hubiera importado comer en una pequeña taberna, y dice no conocer el sitio al que acudimos pues tras diez años fuera, volver a Murcia, para él supone volver a conocer la ciudad, las gentes, incluso encontrarse con una situación familiar muy distinta a la que dejó; y es que a todos nos preocupan las mismas cosas. Nuestros padres se hacen mayores, a los que tenemos hijos nos asusta verles crecer, y sin embargo David hoy más que nunca es consciente de que la edad es un regalo. No se cambiaría por nada del mundo el hoy por sus veinte años. Apuesta por la madurez como forma de vida, porque la vida le ha tratado duro, muy a pesar de los prejuicios que provoca.
Mis preguntas no dejan de ser unas breves astillas que logro meter en su discurso
MD: ¿haces deporte?
DW.: Sí, tenis, gimnasio, suelo correr cuando vivo en China.
MD: ¿Dónde vives?
DW.: Aquí, en Murcia.
Ahora sí empiezo yo:
MD: Déjame que vuelva a hacerte la pregunta, ¿Dónde pasas más días al año?
DW.: Vivo 6 meses en España y 6 en China.
Señoras y señores, estas son mis mejores preguntas y sus respuestas más directas, porque quién me iba a decir a mí que no encontraría a un empresario, sino a un filósofo que reflexiona sobre la religión, el amor, los límites vitales… en una entrevista empresarial.
Efectivamente, intento encontrar sus valores, en las pequeñas cosas que todos hacemos, obviamente no todos logramos mantenernos una década en China y celebrar una fiesta de aniversario en la Ópera House de Guangzhou, pero él sigue hablando desde sencillez:
…, pero son muchos más lo que podrían haber montado un mejor show, allí en China, con una población de 1.411.780.000 de personas. Donde el PIB Per cápita del 2020 fue de 9.211 €, cuando tan solo hace 10 años estaba en 3.426 €.
Tiene la mirada puesta en sus orígenes, en de dónde ha surgido, en su fracaso y en su quiebra inmobiliaria, que le costó incluso su casa. Sabe que el fruto de su éxito es no perder su origen, su núcleo familiar (sus padres, su familia), su mejor amigo (su hermano Alfonso). Y su ‘country club’, un lugar donde quiere poder dedicar el tiempo a su gente, amigos de la infancia, amigos de sus empresas, sus socios, etc.
MD: ¿Por qué no podemos comprar tu vino en España?
DW.: Aún no, pero será posible dentro de muy poco.
Y nos cuenta ‘La Gran Estrategia’.
Ha llegado lejos precisamente porque si algo tiene este señor es el don de la estrategia, y cómo analizar la de su contrario. Capaz de desmontar y descubrir quién soy, qué hago con mi vida reciente (más cuando es capaz de confesar a su colega que no sabía con quién acudía a esta entrevista). Algo excepcional, pues como confiesa es muy dueño de su tiempo y de su vida personal. Comer cada día en comidas de negocios, y estar siempre alerta, pues si no pierdes, no es algo que le sea del todo placentero, aun cuando sea en los grandes restaurantes de estrellas Michelin.
-El lujo es sólo apto para los que son capaces de paladear su sentido.
Es reservado, es discreto, no da vueltas. Esos son los valores que ha adquirido de sus padres.
En breve, espero, probaremos su vino en España, y será entonces cuando descubramos eso que dice. DavidWine llega pronto a España.
MD: ¿Quién es DavidWine?
DW: He logrado convencer al mercado chino de que DavidWine tiene un valor especial, de que mi marca no es solo la etiqueta, sino la experiencia de DavidWine. Esta experiencia es encontrarse con quien uno es, esos pequeños momentos de la vida que dan la satisfacción de la existencia. Afirmo siempre que la felicidad es una falacia. Una meta inalcanzable que nos convierte en esclavos de los prejuicios, del deber ser. Trascender de todo esto, buscarse a uno mismo en primer lugar, para poder entregarse a los demás es vital.
Beber un vino de DavidWine es vivir de otra manera, encontrar el camino que quieres lograr en la vida, no lo que dejas al final, sino lo que has dado. Admiración, respeto, belleza, por uno mismo, y por los demás. Para poder cruzar con algo de temor, al otro lado cuando sea el momento, y que mi legado siga vivo, en mi equipo, en la esencia empresarial de las 100 personas que trabajan conmigo. Que disfrutan de su trabajo, que disfrutan del arte y de miles de cosas más. Y entonces estaré feliz de saber que yo no he desaprovechado el tiempo que me han regalado para desarrollar aquellos sueños y aventuras que me propuse. Pues todo lo que tengo no me pertenece. Y tampoco lograré ganármelo nunca, por eso debo seguir caminando cada día.
Cuidar de todos los niños de mi Fundación, conseguir cambiar la visión del mundo, conseguir que las cosas sean diferentes, siendo yo fiel a mis principios, a lo que mis padres me enseñaron.
Me gusta vivir esto con perspectiva, sin llegar a comprender el porqué de la magnitud de todo lo que está sucediendo en mi proyecto empresarial, y no dejo de recordarme que la suerte ha intervenido necesariamente. Siendo consciente, viviendo en el presente. Y sin faltar jamás a mis límites. Perspectiva, consciencia y límites, para poder seguir avanzando en DAVIDWINE y no confundirme en la nebulosa dela vida.
Hay un tema musical que es para mí impresionante, un día debes escucharlo, Que suerte he tenido de nacer. Significa lo que intento expresar hoy.
Sin más que añadir, y con todas las cosas que, sinceramente, contaría de David, creo es mejor terminar aquí. Pues os aseguro que querríais seguir leyendo. Una persona maravillosa. David, gracias por dejarte ver tal cual eres hoy para Los Mejores.