Finlandia es el único país capaz de gestionar toda la cadena de valor de baterías: desde la extracción de los minerales hasta su fabricación y reciclaje, ostentando así una posición privilegiada ante el constante aumento de la demanda mundial de la mano de los vehículos eléctricos.
De hecho, Finlandia se convirtió en enero en uno de los primeros países del mundo en presentar una estrategia nacional de baterías, con el objetivo de posicionarse como un actor clave en el sector y destacando de entre el resto de Europa, continente en el que se espera que el valor de mercado de las baterías alcance los 250.000 millones de euros en el año 2025.
Esta estrategia pretende además desarrollar el segmento de las baterías recicladas, dentro del objetivo del país de lograr la neutralidad de las emisiones de carbono y, además, Finlandia coordina la investigación de la industria europea de baterías sobre reciclaje. En ese sentido, se espera que el reciclaje de baterías tenga una demanda también en aumento, dada la estricta regulación ambiental y que los objetivos ambientales. Solo Europa podría tener más de 130.000 toneladas de baterías de iones de litio para reciclar en 2030, más de dos tercios de la cantidad disponible para reciclar en todo el mundo a día de hoy.
La empresa Fortum, de propiedad estatal, está revolucionando la cadena de valor de las baterías para vehículos con una solución de reciclaje de dióxido de carbono bajo capaz de utilizar hasta el 80% de las baterías, lo que garantiza que cobalto, litio, níquel y otros metales escasos se devuelvan a la circulación al final de la vida útil de los productos que los contienen.
Este entorno tan atractivo para el sector también está captando la atención de empresas de otros países europeos, como Alemania o Reino Unido, que ya están acometiendo importantes inversiones como la construcción de fábricas de baterías.
Dentro de este ambiente de entusiasmo por las baterías, ayer se anunció que la empresa finlandesa Valmet Automotive finalizó la ampliación de una de sus plantas de producción de componentes para la industria, que permitirá producir 500.000 módulos de baterías al año.
