Las sanciones impuestas por EE. UU. y Europa contra Rusia se han dirigido tanto a personas cercanas al Kremlin como a empresas del sector privado, lo que significa que su capacidad para generar ingresos, mover capitales y acceder a divisas está restringida. Ante esto, según un informe publicado recientemente por Global Initiative Against Transnational Organized Crime, es previsible que Rusia recurra al mercado negro del oro.
El oro se puede mover físicamente por todo el mundo fuera de las redes financieras internacionales, incluido el sistema SWIFT, lo que dificulta su seguimiento. Así mismo, el oro también se lava fácilmente, pues al ser físico se puede evitar declarar o falsear su origen.
Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, el país ha reforzado significativamente sus reservas de oro, que podría utilizarlas para obtener divisas, pero ahora va ser más difícil poder exportar oro.
En 2020, el Reino Unido fue el mayor mercado de exportación de oro de Rusia, con compradores que adquirieron casi 17.000 millones de dólares. Sin embargo, ahora las entidades del Reino Unido tienen explícitamente prohibido realizar transacciones de oro con el Banco Central de Rusia. Como resultado, las entidades rusas pueden intentar mover la riqueza disfrazando su origen y los beneficiarios de las transacciones comerciales, por ejemplo, exportando oro a través de un país aliado.
De hecho, en teoría, las instituciones y empresas rusas pueden acceder al mercado del oro en países que no han impuesto sanciones, como China, aunque es previsible que no todos estos países estén dispuestos a correr el riesgo de verse afectados por sanciones secundarias como resultado de facilitar el acceso a Rusia al mercado de capitales.
Por tanto, lo más probable es que Rusia recurra al mercado ilícito a través de países con supervisión poco fiable en el mercado del oro. El informe identifica a la India y Emiratos Árabes Unidos como los principales centros de contrabando de oro. En concreto, se estima que el 46% del oro importado por este último procede de países en conflicto, que se logra introducir en el mercado internacional con la falsificación de documentos y el reciclado de lingotes.
Por otro lado, también se sabe que Turquía ha importado oro por valor de miles de millones de dólares de Irak, país que podría utilizarse como zona de tránsito para el oro ruso y que además está relacionado con la evasión de sanciones relativas al oro procedente de Venezuela e Irán. Además, la creciente influencia de Rusia en África, que se manifiesta también con la propiedad rusa de minas de oro, podría presentar otras rutas comerciales potenciales para cargamentos ilícitos.