martes. 03.12.2024

El Máster en RSC de la Universidad de Murcia (UMU) arrancó el pasado mes de  octubre su X edición. Una formación de postgrado que en una década ha formado a más de 180 profesionales dedicados a la RSC y sostenibilidad, convirtiéndose en un referente en el ámbito regional y nacional.
El pasado año, una de sus alumnas fue María Pérez Palmer, ayudante de realización desde 2015 en la tv autonómica La7 en servicios informativos y galas. Licenciada en Comunicación Audiovisual, de 2017 a 2019 ejerció como  realizadora del programa de entretenimiento ‘Ailoviu’, todo un reto profesional que se convirtió en un éxito para la cadena y una gran experiencia para ella, liderando el equipo técnico y participando en todo el proceso creativo.

Profesional vinculada al mundo audiovisual de la Región de Murcia, también ha trabajado en su trayectoria como operadora de cámara, ayudante de sonido, edición de vídeo, producción, script y auxiliar de dirección. 

Pérez Palmer llega al mundo de la RSC por su “fuerte compromiso con el cuidado del medio ambiente y las personas”. “Elegí este Máster de la UMU porque al ponerme a investigar un poquito me gustó mucho lo que vi y al preguntar sólo tenía buenas referencias”, explica. Y define la RSC como “el compromiso que debemos adquirir todos con nuestro ecosistema, a nivel  local y global, de ser respetuosos y responsables en todos nuestros procesos más allá del imperativo legal”. 

-Lo primero, ¿qué es para ti la RSC? ¿Y la sostenibilidad?
La RSC es el compromiso que debemos adquirir todos con nuestro ecosistema, a nivel local y global, de ser respetuosos y responsables en todos nuestros procesos más allá del imperativo legal. Pero, a mi juicio, la RSC es la oportunidad que tienen las empresas para reconciliarse con el mundo. 

Mientras que la sostenibilidad es la optimización y el buen uso de los recursos que necesitamos para ser productivos y obtener beneficio hoy, sin comprometer ni sacrificar los recursos de el futuro.

-¿Por qué elegiste cursar el Máster de RSC que se imparte en la Universidad de Murcia? 
Siempre he sentido un fuerte compromiso con el cuidado del medio ambiente y las personas, al conocer la existencia de esta disciplina decidí dar un paso más e integrar esta motivación en mi vida profesional. Elegir este Máster fue porque al ponerme a investigar un poquito me gustó mucho lo que vi y al preguntar sólo tenía buenas referencias.

-¿Quién te lo recomendó?
Un compañero de trabajo me habló del Máster, me dijo: “es algo que te va mucho y como dice el anuncio, ‘cuando haces pop ya no hay stop’”. A partir de ese momento, descubrí en mi entorno cercano personas que habían quedado encantadas al cursar el Máster en RSC y otras que lo conocían y me lo recomendaban mucho. 

-¿Cuál es la gran enseñanza que te llevas? ¿Y el profesor o ponente que más te gustó? 
Escoger una enseñanza me cuesta muchísimo, he aprendido tanto… sé que suena manido, pero supongo que la gran enseñanza, así en mayúsculas, viene de algo que vemos todos los que hemos pasado por ese aula y es que hay mucho por hacer, pero cada vez somos más los que estamos dispuestos a hacerlo. He tenido la suerte de compartir la experiencia con un grupo muy diverso y lleno de talento del que he aprendido muchísimo. Igual que los profesores y ponentes que son fuente de inspiración cargados de experiencias y conocimiento que compartir. 

-¿Cuáles son a tu juicio las principales ventajas y beneficios para las organizaciones de apostar por la RSC?
Yo creo que hay muchas, la principal a mi parecer debe ser por una cuestión de sostenibilidad y compromiso, pero independientemente de esta hay muchas que son más corporativas y medibles, ser parte de las organizaciones agentes del cambio necesario, ganar en reputación y competitividad y en cuestión de números a medio largo plazo son organizaciones más rentables.

-¿Qué casos de éxito en la implantación de la RSC en las empresas murcianas te ha impactado o te ha llamado la atención durante el máster? Y, ¿en cuál o cuáles te gustaría poder trabajar o colaborar en el futuro? 
Cada uno de los casos que han compartido su experiencia con nosotros te llega por una u otra razón, cada vez que escuchaba una ponencia quería formar parte de esa empresa, la ilusión con la que compartían sus logros y la motivación que generaban suscitaba el interés por esa organización. 

Me cuesta elegir una, me encantaría explorar nuevos retos, aplicar los criterios de sostenibilidad en organizaciones o compañías que no están sometidas a auditorías o para las que ser responsable no sea un imperativo legal. El cambio por el que trabaja la RSC nos afecta a todos y la solución tiene que venir de todos. 

-En tu opinión, ¿cuáles son los principales errores que se están cometiendo en torno a la RSC?
Supongo que hay muchos errores en torno a la RSC. Para mí, el más importante -que puede ser contenedor de varios- es no entenderla como una forma de ser. Como un modelo de gestión que afecta de forma trasversal a todas las partes y procesos de la organización.

-Sobre la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), más allá de los gobiernos ¿hasta qué punto las organizaciones o las empresas son clave para impulsar un mundo mejor con esta hoja de ruta?
Creo que todos somos clave para impulsar un mundo mejor, cada persona de forma individual puede aportar mucho. Las empresas están formadas por muchas personas así que pueden ejercer una fuerza mayor. Además las empresas son el motor económico de los países, ¿por qué no también el motor del cambio?

-Las organizaciones, ¿entienden que la única forma de hacer tangible la RSC es a través de los sistemas de gestión?
Creo que falta mucho recorrido para que las organizaciones entiendan bien la RSC, implementar sistema de gestión en base a criterios de sostenibilidad es un buen paso para iniciar el camino. 

-¿Crees que el comportamiento ético o el compromiso son ‘rentables’ económicamente para las empresas?
Por supuesto que sí, pero mientras que el único fin de la empresa sea el beneficio económico es difícil entender esta rentabilidad. Debemos cambiar el paradigma, las empresas deberían pensar que son capaces de aportar mucho más que el producto o servicio que ofrecen y que pueden obtener mucho más que el beneficio estrictamente económico.

-¿Cómo fomentar una educación que tenga en cuenta no sólo el beneficio económico, sino también la adopción de los criterios ASG -Ambientales, Sociales y de Gobernanza-? ¿Quién o quiénes deben liderar este cambio? 
Todos. La educación es la base de todo, hoy se forman los líderes de mañana, es responsabilidad de todos los procesos por los que pasan que la sociedad crezca con cultura de sostenibilidad, hay que formar en los centros educativos pero también desde las organizaciones a través de su comunicación y desde las personas que debemos ser ejemplo de responsabilidad de forma individual.

-Por último, te pedimos que compartas con nosotros una frase, un libro y una canción. 
“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.

Un libro, el que me estoy leyendo ahora, no lo he terminado pero ya puedo decir que es una maravilla, “Madres, padres y demás” de Siri Hustvedt.
Y una canción me cuesta mucho elegir, porque me encanta la música y escucho mucha y muy variada, pero bueno, este verano el disco que he escuchado mucho es ‘We’ de Arcade Fire, cualquier canción de este disco es estupenda.

“La RSC es la oportunidad que tienen las empresas para reconciliarse con el mundo”