El Banco Central Europeo (BCE) ha bajado el tipo de interés de referencia en un cuarto de punto, hasta el 3,5%, en el que es su segundo recorte del año, al tiempo que ha reducido en una décima, al 0,8%, el crecimiento previsto para la eurozona en 2024.
El Consejo de Gobierno, que se ha reunido este jueves en Fráncfort (Alemania), ha recortado en 0,25 puntos la tasa de facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día y es su nuevo tipo de referencia-, hasta el 3,5%.
Las operaciones principales de financiación (OPF) -las inyecciones semanales de crédito- y la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día- se situarán en el 3,65% y el 3,9%, respectivamente, tras introducir el BCE un ajuste técnico.
Aunque en España el foco se había puesto hasta ahora en el tipo OPF, este ha perdido relevancia en el contexto de superávit de reservas actual, en el que los bancos depositan su exceso de liquidez en el organismo, lo que hace que la rentabilidad que pagan las entidades financieras, es decir, la facilidad de depósito, sea el tipo de referencia para la política monetaria.
El organismo ha afirmado en un comunicado que, en el contexto actual, resulta apropiado "dar un paso más en la moderación del grado de restricción de la política monetaria".
Según el BCE, pese a que la inflación interna sigue siendo alta, las presiones sobre los costes laborales se están moderando y los beneficios están amortiguando parcialmente el impacto de los salarios, al tiempo que las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas y la actividad económica es aún contenida.
El BCE ha reiterado que su objetivo continuará siendo asegurar que la inflación vuelve al 2% a medio plazo y mantendrá los tipos de interés "en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para lograr ese objetivo".
Junto con la decisión de tipos, el BCE ha publicado sus previsiones macroeconómicas actualizadas, en las que ha recortado en una décima, al 0,8%, el crecimiento previsto para la eurozona en 2024, así como para 2025 y 2026, años en los que espera avances del 1,3% y del 1,5%, respectivamente.
Las previsiones de inflación se mantienen igual que en junio, en el 2,5% para 2024, el 2,2% para 2025 y el 1,9% para 2026, lo que supondrá alcanzar en 2026 el objetivo de estabilidad de precios que guía la política de la entidad.
La inflación interanual en la eurozona se redujo cuatro décimas en agosto, hasta el 2,2%, su nivel más bajo desde julio de 2021; mientras que el PIB aumentó un 0,2% en el segundo trimestre de 2024, una décima menos con respecto a los tres primeros meses del año.
La reunión de este jueves también ha supuesto el estreno en Fráncfort del nuevo gobernador del Banco de España (BdE), José Luis Escrivá, después de que tomara posesión de su cargo el 6 de septiembre en plena polémica por su nombramiento, que cuenta con el rechazo de la oposición por pasar directamente desde el Ejecutivo, donde ostentaba el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública.
El BCE ha recortado por segunda vez los tipos de interés este año, después de que en junio los rebajara también en un cuarto de punto, en el que fue el primer descenso en ocho años y desde que comenzó su ciclo de endurecimiento de la política monetaria por la escalada de la inflación, con 10 subidas consecutivas entre julio de 2022 y septiembre de 2023.