CaixaBank Research, el servicio de estudios de la entidad bancaria, ha incrementado su previsión de crecimiento del PIB para 2024 hasta el 2,4% interanual (desde el 1,9%) y al 2,3% para 2025 (desde el 2,2%).
Los "buenos datos" del primer trimestre del año, junto a un entorno global algo más favorable, han motivado esa actualización, según indica el informe mensual de la entidad publicado este jueves.
La revisión viene acompañada de un cambio en el patrón de crecimiento, señalan los economistas de CaixaBank Research, que esperan que la demanda interna tome el relevo de la externa como motor de avance, dado el enfriamiento esperado en las exportaciones de bienes y la normalización de los flujos turísticos.
El informe subraya la solidez de la creación de empleo y el crecimiento de la población, que han repercutido en un aumento de la renta bruta disponible en los hogares, que avanzó un 11 % en 2023, un incremento que, a su vez, ha permitido situar la tasa de ahorro en el 11,7%, por encima del promedio histórico del 8,2%.
La productividad como reto económico
CaixaBank Research apunta en el estudio a la productividad como el "gran reto" de la economía española, clave para que el ritmo de crecimiento sea sostenible a medio plazo.
El PIB español ha crecido un 2% de promedio anual desde 1996, sustentado en gran medida por el incremento del empleo (ha subido un 1,6% al año en ese mismo periodo); mientras que la productividad, definida como el PIB en términos reales por hora trabajada, ha crecido a un ritmo del 0,7%.
La productividad se ha desacelerado aún más desde 2014, hasta el 0,4%, y se ha mantenido por debajo de la media de la UE, que se ha situado en el 0,8%.
Para revertir esa tendencia, los economistas de CaixaBank destacan tres ámbitos de actuación: la inversión, "tanto en capital físico como en capital humano"; el tamaño de las empresas (las más grandes son, en general, más productivas); y la composición sectorial.
En España, los sectores con menores niveles de productividad tienen mayor peso que en otros países. El informe subraya la necesidad de impulsar ámbitos productivos como la industria manufacturera, las actividades científicas y técnicas, y los servicios de información y telecomunicaciones.
