La mitad de las facturas recibidas por las pymes se abonaron con retraso en el cuarto trimestre de 2023, según se desprende de los datos del observatorio de morosidad que elabora la patronal Cepyme, con datos de Cesce Informa D&B.
Según este informe, sólo el 50,3% de las facturas recibidas por las pymes se abonó de forma puntual en España en el cuarto trimestre de 2023, un porcentaje que supone, no obstante, 1,1 puntos más que un año antes y la mayor proporción desde marzo de 2020.
"La persistente morosidad, que penaliza de manera especial a las pymes, representa un coste financiero de 2.600 millones de euros, un 50% más que en el mismo período del año anterior", añade la nota de Cepyme.
Por tamaño de empresa, el 51,2% de las facturas se pagaron puntualmente en las microempresas, la mayor proporción de los últimos tres años y medio.
En las pequeñas empresas la proporción de pagos puntuales llegó al 47,8%, mientras que en las compañías medianas solo un 30,2% de las facturas se pagó de forma puntual.
"El porcentaje de facturas satisfechas en el plazo pactado es mayor cuanto menor es el tamaño de la empresa", añaden.
Más de 80 días de periodo medio de pago
Otro de los aspectos preocupantes de la evolución de la morosidad, añaden el informe, es el estancamiento del Período Medio de Pago (PMP) en torno a los 80 días, veinte por encima del plazo máximo fijado por la ley.
En el cuarto trimestre de 2023 el período medio de pago se situó en 80,2 días, con un mínimo descenso (0,2 días) respecto del trimestre anterior.
El PMP promedio en 2023 fue de 81,8 días, el más bajo desde 2017, pero todavía muy por encima del período máximo legal de 60 días que establece la ley, recuerdan.
Por tamaño de empresa, este tiempo de pago se redujo sólo en las microempresas en términos interanuales, con una caída de 0,8 días, hasta los 75,4.
Las compañías pequeñas y medianas se mantuvieron en los mismos niveles, 79,6 y 83,3 días, respectivamente, mientras que las grandes empresas mostraron, por quinto trimestre consecutivo, el mayor aumento con un incremento de 11 días, alcanzando las 88,7 jornadas.
Por regiones, Murcia registró el mayor periodo de pago con 93,2 días, y Baleares el menor, con 68,5 días.
"Se trata de una situación que no resulta fácil de afrontar para las pequeñas y medianas empresas, que cuentan con menores recursos financieros y capacidad de negociación y que, además deben asumir el incremento de otros costes y los efectos de la inflación", advierte Cepyme.