La pandemia de COVID-19 ha demostrado el papel tan decisivo que desempeñan la salud y la seguridad en el trabajo para la protección de la salud de los trabajadores, el funcionamiento de nuestra sociedad y la continuidad de las actividades económicas y sociales esenciales. En este contexto, la Comisión ha renovado su compromiso de actualizar las normas de salud y seguridad en el trabajo mediante la adopción del marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo 2021-2027. Dicho marco establece las medidas clave necesarias para mejorar la salud y la seguridad de los trabajadores en los próximos años.
Esta nueva estrategia se centra en tres objetivos transversales, a saber, gestionar el cambio derivado de las transiciones ecológica, digital y demográfica, así como de la evolución del entorno de trabajo tradicional, mejorar la prevención de accidentes y enfermedades y aumentar la preparación frente a posibles crisis futuras.
En las últimas décadas se ha avanzado -por ejemplo, los accidentes mortales en el trabajo se redujeron en aproximadamente un 70% en la UE desde 1994 a 2018-, pero queda mucho por hacer. A pesar de los avances, en 2018 se produjeron en la Europa de los Veintisiete más de 3 300 accidentes mortales y 3,1 millones de accidentes no mortales. Cada año mueren más de 200 000 trabajadores por enfermedades relacionadas con el trabajo. La actualización del marco ayudará a movilizar a las instituciones de la UE, los Estados miembros y los interlocutores sociales en torno a prioridades comunes en materia de protección de los trabajadores. Sus medidas contribuirán asimismo a reducir los costes sanitarios y ayudarán a las empresas, sin olvidar a las pymes, a ser más productivas, competitivas y sostenibles.
El vicepresidente ejecutivo para una Economía al Servicio de las Personas, Valdis Dombrovskis, ha manifestado que “la legislación de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo es esencial para proteger a casi 170 millones de trabajadores, la vida de las personas y el funcionamiento de nuestras sociedades. El mundo del trabajo está cambiando, impulsado por las transiciones ecológica, digital y demográfica. Unos entornos de trabajo saludables y seguros propician asimismo una reducción de los costes para las personas, las empresas y la sociedad en su conjunto. De ahí que mantener y mejorar las normas de protección de los trabajadores siga constituyendo una prioridad en el marco de una economía al servicio de las personas. Necesitamos más medidas de la UE para que nuestros lugares de trabajo se adapten al futuro”.
El marco estratégico se centra en tres objetivos clave para los próximos años: anticipar y gestionar el cambio en el nuevo mundo del trabajo; mejorar la prevención de enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo y aumentar la preparación ante posibles futuras amenazas para la salud, en base a lo aprendido durante la actual pandemia.
La Comisión pide también a los Estados miembros que actualicen sus estrategias nacionales de salud y seguridad en el trabajo para garantizar que las nuevas medidas lleguen al lugar de trabajo. Más allá de las fronteras de la UE, la Comisión seguirá asimismo desempeñando un papel de liderazgo en la promoción de normas estrictas de salud y seguridad en el trabajo a escala mundial.