Las elecciones generales del 10-N no tienen incidencia directa en las administaciones autonómicas, si bien sirven de barómetro para conocer los apoyos de unos y otros y además refuerzan o debilitan posiciones de cara al escenario político. En la Región este noviembre se ha producido un vuelco total al panorama que surgió tras los comicios europeos, autonómicos y municipales del 26-M.
En aquel momento el PSOE de Diego Conesa se convertía en la fuerza más votada (17 escaños en la Asamblea Regional) pero no logró ser investido presidente por el pacto entre PP (16), Ciudadanos (6) y Vox (4), que, por este orden, quedaron 2º, 3º y 4º en las votaciones.
Sin embargo, los resultados nacionales colocan a Vox como fuerza más votada con casi 50.000 votos más de los que logró el PSRM en las autonómicas. El PP es segundo, con un resultado similar al que obtuvo en mayo, y los socialistas pasan de primera a tercera fuerza política. Todo un vuelco.
Fernando López Miras logró ser presidente autonómico con un gobierno de coalición que dio a Ciudadanos la vicepresidencia y consejería social en la figura de su cabeza de cartel, Isabel Franco, y otras tres consejerías (Empleo, Empresa y Transparencia). El pacto contó con el voto a favor de Vox en segunda votación, que se quedó fuera de los puestos de poder, en parte por sus irreconciliables diferencias en materias sociales con Ciudadanos y la orden a nivel nacional que forzó a la mayoría de sus 'barones' a buscar pactos con los populares.
EQUILIBRIO DE PODER. Sin embargo, cuatro meses después (el pacto se cerró a finales de julio), el equilibrio de fuerzas es totalmente distinto. Ciudadanos no ha logrado sacar ni un escaño ni en el Congreso ni en el Senado y su capacidad de influencia parece ser cada vez más escasa.
Ante el estrepitoso fracaso de su apuesta por 'girar a la derecha', el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, principal responsable, junto con sus más cercanos colaboradores, de que el partido naranja se negase a llegar a un acuerdo con Diego Conesa para desalojar al PP de San Esteban tras 24 años, ha convocado a los órganos de dirección del partido para analizar la situación y buscar soluciones, en un cónclave que podría provocar el relevo en la cúpula y la subida al poder de Inés Arrimadas.
En un contexto de cambio de líder (¿y de directrices?) en el partido que articula las mayorías en la Región, ¿cabría pensar en la posibilidad de que una nueva dirección de Ciudadanos vería con buenos ojos un cambio de Gobierno en la Región de Murcia? Cabe recordar que la suma de escaños en la Asamblea Regional y Cs da mayoría absoluta, por lo que, si las dos fuerzas quisieran, podrían proponer una moción de censura y elegir a un nuevo gobierno sin la necesidad de más socios.
Por lo tanto, ¿podría provocar este batacazo electoral un giro en la política de alianzas de Ciudadanos que pudiera dar lugar a el adiós del PP, tras casi un cuarto de siglo, al poder autonómico? En los próximos días la ejecutiva 'naranja' tendrá la palabra y refrendará o sustituirá a su líder y sus paradigmas.