El Tesoro Público español inaugurará esta semana las subastas correspondientes al mes de octubre en un momento de escalada generalizada de la rentabilidad de la deuda soberana a nivel global ante el miedo despertado en el mercado por un alza persistente de la inflación.
Según el calendario establecido por el Tesoro, la primera subasta de octubre será este martes, y en ella ofrecerá a los inversores letras a seis y doce meses. Ya el jueves se subastarán varias obligaciones del Estado: obligaciones a siete y diez años, otras con vida residual de 27 años y un mes, y otras a quince años indexadas a la inflación.
El Tesoro afronta estas dos nuevas subastas en un momento de mayores tensiones en el mercado como consecuencia de la espiral alcista de los precios de la energía, entre ellos, el crudo y la electricidad. Como ejemplo, el Brent, el crudo de referencia de Europa, llegó a superar esta semana los 80 dólares el barril, máximos desde hace casi tres años.
Todo ello está provocando un alza continuada en la inflación, explican los expertos, y el mercado teme que, ante este escenario, los bancos centrales empiecen a hacer cambios en su política monetaria.
En este contexto, la rentabilidad de la deuda soberana ha subido con fuerza tanto en Europa como en Estados Unidos en las últimas sesiones.
El bono estadounidense a diez años ha llegado a rozar el 1,6%; mientras que el alemán, el considerado el más seguro de Europa, ha repuntado y se ha situado por debajo del -0,2%, lo que supone que ha llegado a estar en nivel menos negativos. En el caso de España, el rendimiento de la deuda de referencia también ha crecido hasta el 0,44%, lo que podría provocar que en las próximas subastas, el Tesoro tenga que pagar más a los inversores por colocar su deuda.