jueves. 21.11.2024

Las enfermeras y enfermeros que desempeñan su trabajo en los centros de salud han realizado, durante toda la crisis sanitaria, un gran sobreesfuerzo que está llegando a su límite con esta sexta ola en la que se ha producido un aumento exponencial de los casos de la nueva debido a la nueva variante Ómicron. Sin embargo, la administración autonómica sigue sin aplicar llegar soluciones que pongan fin a la saturación del primer nivel, según el colectivo profesional, que insiste en que se está llegando a un punto en el que el funcionamiento presente de la Atención Primaria, y del sistema sanitario en su conjunto, plantea dificultades para afrontar con garantías su objetivo principal, que es el de mejorar la salud de los ciudadanos.

 

"Necesitamos que los gestores y políticos se dejen de planes de mejora, a largo plazo, y doten ya de presupuesto y recursos adecuados a los centros de salud. Advertimos que la debilidad de la Atención Primaria multiplicará los problemas de salud en un futuro no muy lejano debido, por ejemplo, a las limitaciones para aplicar los programas de prevención de salud. En este nivel asistencial no ha habido reformas ni inversiones desde hace décadas y la pandemia ha puesto en evidencia estos déficits, generándose tensión con la población y un tremendo desgaste psicológico en las enfermeras y enfermeros. Es urgente dotar a la Atención Primaria de los medios necesarios, económicos y estructurales, organizativos y de coordinación, tecnológicos y de acceso de pruebas que permita que sea resolutiva y eficaz, como debería ser esta primera línea de cuidados”, afirman desde la institución colegial.

 

Hay que recordar que la falta de efectivos de enfermería es un mal endémico en la Región desde antes de la pandemia, estando en el furgón de cola de ratios enfermeras de España y de Europa desde hace más de 25 años y no se soluciona. Una Región con cinco escuelas de enfermería (2 en Murcia, 2 en Cartagena y 1 en Lorca) ve como todos los años se produce una fuga de enfermeros y enfermeras a otras comunidades autónomas atraídos por mejores condiciones laborales.

 

"El incremento de plantillas tiene que permitir que todos los centros de salud cuenten con un equipo asistencial formado al menos en una proporción 1-1 (un médico y una enfermera, como mínimo, por cada 1.250 personas). Es urgente consolidar las plantillas de los centros sanitarios, procurando estabilidad y condiciones laborales dignas. Por la seguridad de los pacientes", concluyen desde el Colegio.

Dos años de pandemia y 6 olas de contagios llevan a la enfermería a una situación límite