Enagás obtuvo un beneficio neto de 375,8 millones de euros en 2022, un 6,9% menos en términos interanuales, coincidiendo con el impacto del marco regulatorio 2021-2026, que recorta los ingresos regulados, aunque cumple con los objetivos fijados para un ejercicio marcado por la gran volatilidad.
Según ha informado este martes el gestor del sistema gasista y transportista a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos totales ascendieron a 970,3 millones de euros, un 2,1% menos, mientras que el resultado bruto de explotación o ebitda bajó un 10,9%, hasta los 797,4 millones de euros.
De acuerdo con Enagás, el sistema gasista español ha funcionado con una disponibilidad del 100% "las 24 horas todos los días del año", y sus infraestructuras "han sido clave para la seguridad de suministro de España y de la Unión Europea". A efectos de negocio, la compañía insiste en que ha cumplido con "todos los objetivos" establecidos para 2022, gracias al alto grado de ejecución del plan estratégico desde su presentación el pasado 12 de julio.
En el caso del beneficio neto, explica Enagás, la meta oscilaba entre los 380 y los 390 millones de euros e incluía la plusvalía neta de la venta del gasoducto de Morelos (México), una operación que el gestor del sistema gasista espera cerrar en el primer cuatrimestre de 2023 y que generaría una plusvalía de 40 millones de euros.
Precisamente, el resultado financiero del pasado ejercicio mejoró en 131,6 millones de euros y salió de pérdidas, hasta los 48,2 millones de euros, por las plusvalías generadas por ventas como la del 45,4% de GNL Quintero o la entrada del Fondo Hy24 en el capital de Enagás Renovable con una participación inicial del 30%
MAYOR CONTROL DE LOS GASTOS OPERATIVOS
La intensificación del plan de eficiencia ha permitido a la compañía controlar sus gastos operativos recurrentes, que aumentaron en 2022 un 4% respecto a 2021, conforme a lo establecido en el Plan Estratégico, y se espera que permanezcan estables este ejercicio. El flujo de caja operativo a cierre de diciembre fue de 847,4 millones de euros, lo que supone un aumento del 14,5%.
La cifra incluye los dividendos recibidos de las sociedades participadas, que ascendían a 121,5 millones de euros, y la positiva variación de capital circulante, que alcanzó los 235,3 millones de euros.
La evolución del capital circulante se debe a la alta utilización de las infraestructuras del sistema, especialmente las plantas de regasificación, consideradas claves para la seguridad de suministro en España y Europa, y que originaron un aumento en los importes de las liquidaciones de la compañía en 2022.
La alta generación de flujos de caja y el efecto positivo de la rotación de activos impactó positivamente en la deuda neta de la compañía en 2022, que se redujo un 19%, pasando a 3.469 millones de euros. Más del 80% de la deuda de Enagás es a tipo fijo, lo que permite a la compañía mitigar el impacto de los actuales movimientos de tipos de interés.
Por otro lado, la compañía cuenta con una sólida situación de liquidez, que a cierre del año se situó en 3.794 millones de euros. Las sociedades participadas tuvieron un buen comportamiento en 2022, con una contribución que representa el 39% del beneficio neto.
PREVISIONES PARA 2023
En rueda de prensa, el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, ha cifrado entre 310 y 320 millones de euros el beneficio neto previsto para un 2023 en el que la compañía seguirá absorbiendo la reducción continuada de sus ingresos regulados por el marco retributivo actual.
Para este ejercicio, calcula un ebitda de unos 770 millones de euros, una deuda neta de 3.700 millones de euros y una subida del dividendo hasta los 1,74 euros por acción, en línea con lo previsto.
La inversión neta rondará además los 250 millones de euros, ha explicado Gonzalo, que se ha remitido al plan estratégico y ha aseverado que el foco de la compañía "está en Europa, ya no en otras geografías como América Latina", porque "hay muchas cosas" por hacer en el Viejo Continente en seguridad de suministro y descarbonización.
También ha hablado de proyectos como El Musel, en Gijón, importante para garantizar flexibilidad al sistema europeo, acerca del cual Enagás lanzará al mercado el próximo marzo la primera comunicación de expresión de interés, a la espera de las tres últimas autorizaciones.
Mientras que sobre la conexión Barcelona-Livorno, ha admitido que "no está definitivamente descartada, pero no es prioritaria ni para España ni para Italia", entre otros motivos, porque tiene una primera etapa de gas de una década que la hace no elegible para las convocatorias de financiación europea.
Para Gonzalo, 2023 será un año fundamental para el hidrógeno, en materia de regulación y desarrollo, a lo que se suma la intención de Enagás de lanzar el primer mecanismo de casación no vinculante de oferta y demanda de este vector en España.